La actividad en Kilauea, uno de los volcanes más activos del mundo y que entró en erupción este jueves, continúa. Según el Observatorio de Volcanes las próximas erupciones podrían durar más que las iniciales.

Efe

Ríos de lava fluyen por las calles de la costa sur de la isla de Hawái, los árboles a su paso se encienden en llamas y las casas son invadidas por las rocas fundidas.

Aunque la intensidad de las erupciones se ha reducido, los científicos prevén que la emergencia se prolongue y agudice. “Hasta que veamos que la actividad sísmica se reduce y la tierra deje de moverse, es probable que esta actividad continúe”, dijo Tina Neal, científica encargada del Observatorio de Volcanes de Hawái. La científica añadió que las próximas erupciones podrían durar más que las iniciales y que los sismos y réplicas continuarán durante días.

La Agencia de Defensa Civil del Condado de Hawái advirtió que, como resultado de los movimientos telúricos y las explosiones del volcán, se abrieron cerca de seis fisuras de las que se esperan brotes adicionales de lava que alcanzarían temperaturas de 1.150 grados Celsius.

El gobernador de Hawái, David Ige, ordenó la evacuación de las poblaciones aledañas Leilani Estates y Lanipuna Gardens. Alrededor de 1.700 personas atendieron el llamado y cerca de 700 viviendas quedaron abandonadas por la emergencia.

Algunos habitantes permanecen en la zona a pesar de las advertencias de las autoridades. “Sigo aquí porque amo este lugar y he estado cerca del volcán por mucho tiempo, tuvimos que evacuar cuando Kalapana se cubrió (hace 30 años) y no sé, no soy de los que corre”, dijo Heryl Griffith, de 61 años, residente de la de Leilani Estates.

Las autoridades advierten de los peligros por salpicaduras de roca caliente y la inhalación de los altos niveles de gas sulfúrico que podrían ocasionar complicaciones de salud, especialmente, a los adultos mayores y a personas con antecedentes de problemas respiratorios.