Tensión, esperanza, alegría, susto, y emoción fueron los sentimientos que se reflejaron en los rostros de cientos de aficionados ecuatorianos que siguieron el partido de su selección ante Estados Unidos por los cuartos de final de la Copa América Centenario en la Plaza Foch de Quito, un reconocido lugar donde existen bares, restaurantes y discotecas.

Agencia Andes

Tensión, esperanza, alegría, susto, y emoción fueron los sentimientos que se reflejaron en los rostros de cientos de aficionados ecuatorianos que siguieron el partido de su selección ante Estados Unidos por los cuartos de final de la Copa América Centenario en la Plaza Foch de Quito, un reconocido lugar donde existen bares, restaurantes y discotecas.

Entrada la noche de este jueves los hinchas tricolores, portando la camiseta, banderas y todo artilugio que sirvió para alentar al combinado de la Mitad del Mundo, fueron copando los distintos lugares que ofrecían, además de la transmisión del partido, que se jugó en Seattle (Estados Unidos), promociones de comida rápida y cerveza.

Tras ubicarse en el mejor lugar, empezaron a surgir los sentimientos de acuerdo a como se desarrollaba el compromiso, tensión al principio porque empezó mejor Ecuador y parecía que podía llegar la primera. “Vamos que ya llega el gol”, decía Isabel, quien abrazaba a su novio para soportar la angustia.

Angustia que se transformó en desilusión con el gol de Clint Dempsey, pero pese a ello los seguidores de la tricolor no perdían la esperanza del empate. Al final del primer tiempo con celulares y vasos en mano todos comentaban las incidencias del partido. “Creo que nos costó el gol la desconcentración de la defensa”, analizó Barum Tate, ciudadano libano-ecuatoriano.

Al iniciar el segundo tiempo la esperanza renació, pero la expulsión de Luis Antonio Valencia y el segundo gol estadounidense (marcado por Gyasi Zardes) volvieron a golpear la fe ecuatoriana en una remontada. “Hay que rescatar que los jugadores dieron lo mejor para seguir en la Copa, pero lamentablemente no se pudo”, resaltó Brigidtte Zambrano.

El pequeño momento de alegría llegó con el gol ecuatoriano, logrado por Michael Arroyo, que hizo corear el tradicional “Si se puede” a los presentes, pero que terminó en la celebración del combinado local y la eliminación ecuatoriana. “Nos faltó un poco de coordinación en el primer tiempo, pero bueno siempre Ecuador adelante”, mencionó Jorge, quien no encontraba consuelo por el magro resultado.

Ecuador ahora vira la página y piensa en las Eliminatorias Suramericanas al Campeonato del Mundo Rusia 2018. En la tabla comparte el liderato con Uruguay, cada uno con 13 puntos y en septiembre la tricolor recibe a Brasil en Quito.