Veinte días antes de que el Comité Interinstitucional que investigó el asesinato del excomandante de la Fuerza Aérea Ecuatoriana Jorge Gabela conozca un informe final del perito Roberto Meza, hubo un reclamo: “(...) Así como está concebido el informe, no permite de manera alguna concluir que el crimen fue delito común”.

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La frase es del exministro de Coordinación de Seguridad y ahora embajador de Ecuador en Chile, Homero Arellano, que en el oficio MICS-D-R-2013, del 29 de octubre de 2013 y remitido al exministro de Justicia Lenin Lara, y quien presidía el Comité, expresó sus preocupaciones sobre la pericia.

Esto se dio antes de la reunión del 18 de noviembre, en la que el Comité había hecho observaciones “de forma” al informe pericial.

En el oficio “Reservado” –y que reposa en los archivos desclasificados de la Comisión Ocasional Multipartidista de la Asamblea que investiga la supuesta desaparición de un “tercer producto” hecho por Meza– Arellano dice que la consultora plantea como Hipótesis I que el “crimen estaría relacionado con denuncias públicas” sobre la compra de siete helicópteros Dhruv para la FAE.

Pero “las investigaciones se orientan exclusivamente a desvirtuar la presunta vinculación de la FAE y de ninguna manera se extiende a otros vínculos con proveedores, intermediarios”.

Revela que se “deja de lado elementos importantes” de la investigación que hizo la Asamblea sobre la adquisición de las naves en el 2008.

Así, para el exministro, el objetivo de la pericia de probar el móvil real del crimen “no fue alcanzado”.