Pedro Alvarado, estudiante de la Escuela Politécnica Nacional (EPN), abandonó el aula de clases al igual que sus compañeros, porque las autoridades académicas recibieron una amenaza de bomba.

El Telégrafo

Personal administrativo, docentes y estudiantes de las facultades de la EPN fueron evacuados y se concentraron en los alrededores del establecimiento de educación superior, ubicado en el centro de Quito.

En menos de 15 minutos arribó a la Politécnica un escuadrón antiexplosivos del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) de la Policía Nacional. Los agentes especializados, con sus canes, revisaron aulas, laboratorios, oficinas, baños y demás instalaciones, para descartar la amenaza. Al final fue una falsa alarma.

En los primeros cuatro meses de este año la capital ha sido blanco de falsas amenazas de bomba. Según el GIR, 18 alertas de este tipo se registraron.

Por esta situación pasaron instituciones gubernamentales como la Asamblea, Cancillería, Ministerio del Interior y centros de Salud; también planteles educativos, complejos judiciales y la terminal de buses Quitumbe. Guayaquil es otra de las metrópolis escogidas por personas inescrupulosas que atentan contra la tranquilidad de la ciudadanía. La última falsa alerta se suscitó en el colegio Guayaquil, con la que se contabilizaron 15.

Nueve amenazas resultaron ciertas, siete de ellas en el cantón San Lorenzo, provincia de Esmeraldas, las dos restantes fueron en el Municipio de Cotacachi, Imbabura y Napo; 35 eran falsas, en total 44 alertas de bombas se registraron en el país de enero al 23 de abril de 2018.