El presidente saliente de Perú, Ollanta Humala, y las principales autoridades de su administración asistieron hoy a una misa y tedeum en la Catedral de Lima, en la que fue su última actividad oficial antes de transmitir el mando al economista Pedro Pablo Kuczynski, quien gobernará al país hasta el 2021.

El Telégrafo

Poco antes de salir hacia la Catedral, Humala participó en el Palacio de Gobierno en una ceremonia de saludo de su gabinete de ministros, encabezado por el primer ministro saliente, Pedro Cateriano. Después de asistir a las ceremonias religiosas, concelebradas por el cardenal Juan Luis Cipriani, Humala se retirará de la jefatura del Estado, mientras que Kuczynski saldrá de la sede de la Cancillería hacia el Parlamento para jurar al cargo y dar su primer mensaje a la nación.

Unas horas después, Kuczynski tomará el juramento a su primer gabinete de ministros, que estará encabezado por el economista Fernando Zavala, en el Palacio de Gobierno. Humala ofreció el miércoles por televisión su último mensaje como mandatario, en el que afirmó que su Gobierno ayudó a cerrar “la brecha social” en su país y manifestó su esperanza de que la historia lo juzgará de manera adecuada.

El gobernante saliente dio un detallado balance de las obras y las inversiones de su gestión y mostró su “profundo agradecimiento por la confianza que depositaron” sus compatriotas al elegirlo en 2011. Humala cerró su discurso reconociendo que le hubiera “gustado hacer el doble”, pero también afirmó que cumplió su “compromiso con la gran transformación”. Tras la emisión de ese mensaje, Humala ofreció una cena de honor en el Palacio de Gobierno a los dignatarios que ya habían llegado a Lima para asistir a la toma de mando de Kuczynski, entre ellos el rey Juan Carlos de España.

Humala concluye su mandato con solo un 23 % de respaldo popular, y entre las principales críticas a su gestión figuran el aumento de la inseguridad ciudadana y la gran influencia en la gestión de su esposa, Nadine Heredia, quien afronta una denuncia por presunto lavado de activos debido supuestas irregularidades en el manejo de los fondos de su partido.