Esta semana, el presidente de Perú Pedro Pablo Kuscynski afrontó nuevamente protestas, marchas y hasta renuncias de altos funcionarios del Parlamento y de su Gobierno por su indulto al expresidente Alberto Fujimori, quien cumplía una condena de 25 años de cárcel por crímenes de lesa humanidad.

EFE

Cientos de peruanos enojados llenaron las calles por varias noches para protestar por la liberación del expresidente Alberto Fujimori de la cárcel.

Cantando «traidor» y «el indulto tiene que eliminarse», los opositores de Fujimori continuaron su manifestación frente a la clínica de Lima, donde el exlíder recibe tratamiento actualmente.

Hasta su liberación este domingo, Fujimori estaba cumpliendo una condena de 25 años de prisión por abusos contra los derechos humanos. Fujimori es hijo de inmigrantes japoneses, y se desempeñó como líder del Perú entre 1990 y 2000.

Los manifestantes se enfrentaron con la policía este lunes cuando las autoridades intentaron sofocar la manifestación con botes de

El expresidente fue indultado el día de Nochebuena por el actual presidente, Pedro Pablo Kucyznski, quien citó la delicada salud de Fujimori como el motivo de la clemencia.

Fujimori es una figura divisiva en Perú, acreditada tanto por estabilizar la crisis económica del país como por reprimir brutalmente a sus oponentes.

Además de los dos días de protestas callejeras, la medida recibió la condena de algunos legisladores, que cuestionaron si había un acuerdo político detrás de lo que la oficina de Kucyznski describió como un gesto humanitario.

El congresista Gino Costa publicó en su página personal de Facebook este lunes que estaba de acuerdo con la «prerrogativa del presidente de conceder un indulto humanitario», pero agregó: «No apoyo la forma en que se hizo. Lamento informar que en los próximos días formalizaré mi renuncia al partido Peruanos por el Cambio».

Los congresistas Vicente Zeballos y Alberto de Belaunde hicieron anuncios similares a través de las redes sociales este domingo. Este lunes, Kuczynski defendió su decisión a través de un anuncio transmitido por la televisión estatal. Llamó a la decisión como algo «complejo y difícil».

Fujimori «padece una enfermedad progresiva, degenerativa e incurable», según un comunicado de la oficina de Kuczynski. «Las condiciones de la prisión significan un riesgo grave para su vida, su salud y su integridad».