El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el presidente electo, Donald Trump, recibieron la semana pasada documentos clasificados con acusaciones de que agentes de Rusia aseguran tener información personal y financiera sobre Trump, según le revelaron a CNN múltiples funcionarios de Estados Unidos con conocimiento directo de las sesiones informativas que ambos recibieron.

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Estas acusaciones figuran en una sinopsis de dos páginas anexada a un informe sobre la injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016. Las denuncias surgen, en parte, de memos compilados por un exagente de inteligencia británico, cuyo trabajo anterior consideran creíble los funcionarios de inteligencia estadounidense. El FBI investiga la credibilidad y precisión de estas acusaciones, fundamentadas, principalmente, en datos de fuentes rusas, pero aún no ha confirmado muchos detalles esenciales en los memos sobre el presidente electo.

Los reportes clasificados de la semana pasada fueron presentados por los cuatro jefes principales de Inteligencia: el director nacional de Inteligencia, James Clapper; el director del FBI, James Comey; el director de la CIA, John Brennan, y el director de la Agencia Nacional de Seguridad, el almirante Mike Rogers.

Múltiples fuentes le cuentan a CNN que los funcionarios tomaron la decisión de incluir la sinopsis entre los documentos presentados, en parte, para alertar al presidente electo de que existen señalamientos relacionados con él, que circulan entre las agencias de inteligencia, los líderes del Congreso y otros funcionarios en Washington. También, para demostrar que Rusia ha recopilado información potencialmente dañina para ambos partidos políticos, pero que solo divulgó la que perjudicaba a Hillary Clinton y los demócratas. De acuerdo con varios funcionarios que saben del informe, esta sinopsis no fue un elemento oficial del reporte en el caso de la comunidad de inteligencia sobre los ciberpiratas rusos, pero algunos funcionarios dicen que aumentó la cantidad de pruebas de que Moscú trató de perjudicar la candidatura de Clinton y ayudar a la de Trump.

La sinopsis, de 2 páginas, también incluía afirmaciones de que, durante la campaña electoral, hubo un intercambio continuo de información entre representantes de Trump e intermediarios del Gobierno ruso, según dos funcionarios de seguridad nacional.

Tras la publicación de esta información, el propio presidente electo tuiteó lo siguiente este martes: «Noticias falsas. ¡Una cacería de brujas política total!». Pero inicialmente, su equipo de transición declinó repetidas solicitudes de comentar al respecto.

Varias fuentes le revelaron a CNN que las acusaciones sobre las comunicaciones entre la campaña de Trump y los rusos fueron mencionadas el año pasado durante las sesiones informativas clasificadas organizadas para líderes del Congreso y llevaron a que el entonces líder demócrata del Senado, Harry Reid, le enviara una carta al director del FBI en octubre. “Se ha hecho evidente que usted posee información explosiva sobre los estrechos lazos y la coordinación entre Donald Trump, sus principales asesores y el Gobierno de Rusia, un interés extranjero abiertamente hostil hacia Estados Unidos”, escribió Reid.

CNN ha confirmado que la sinopsis estaba entre los documentos presentados a Trump, pero no puede confirmar que haya sido discutida en su reunión con los jefes de inteligencia.

CNN pudo revisar la compilación de 35 páginas con los memos, de la que se desprendió la sinopsis de dos páginas.

Los memos surgieron durante una investigación de oposición -para desacreditar al oponente político-, al principio encargada por republicanos contrarios a Trump y después por demócratas. En este punto, CNN no está reportando los detalles de las memos, pues no ha corroborado independientemente las acusaciones específicas. Sin embargo, al preparar esta historia, CNN habló con múltiples funcionarios de alto rango de Inteligencia, judiciales, gubernamentales y legislativos, así como funcionarios extranjeros y otros en el sector privado con conocimiento directo de los memos.

Algunos de los memos circulan, incluso, desde mediados de 2016. Lo que ha cambiado desde entonces es que las agencias de inteligencia de Estados Unidos han revisado las operaciones del exagente de inteligencia británico y su vasta red en toda Europa, y consideran que tanto él como sus fuentes son suficientemente creíbles para incluir parte de la información en las presentaciones de la semana pasada al presidente y al presidente electo.

CNN también se enteró de que el mismo día que la comunidad de Inteligencia informó a Trump, también le dio un resumen de los memos sobre el presidente electo a la llamada «Pandilla de los 8», formada por los líderes del Congreso y los presidentes de las comisiones de Inteligencia del Senado y la Cámara de Representantes. De este detalle supimos por fuentes judiciales, gubernamentales y de Inteligencia.

El resumen de dos páginas está redactado sin mencionar los detalles específicos y la información sobre las fuentes y los métodos incluidos en los memos por el exagente británico de inteligencia. Dicho esto, la sinopsis ha sido considerada tan delicada que no estaba en el reporte sobre ataques informáticos rusos, que fue distribuido de forma más amplia. Prefirieron, en cambio, ubicarla en un anexo que solo fue compartido con los niveles más altos del gobierno: el presidente Obama, el presidente electo Trump y los 8 líderes legislativos.

CNN también supo que el 9 de diciembre, el senador John McCain le entregó una copia completa de los memos -fechados entre junio y diciembre de 2016- al director del FBI, James Comey. Un exdiplomático británico que había trabajado en Moscú fue quien alertó a McCain de la existencia de los documentos. Sin embargo, de acuerdo con funcionarios de seguridad nacional, el FBI ya había recibido una serie de memos compilados hasta agosto, cuando el exagente británico del Servicio de Inteligencia Secreta de Gran Bretaña (MI6) se los dio a un agente del FBI en Roma.

Los memos en bruto, en los que se basó la sinopsis, fueron preparados por el exgaente de inteligencia británico, destacado en Rusia en la década de los 90 y que ahora dirige una firma privada de recopilación de datos de inteligencia. Sus investigaciones relacionadas con Trump fueron inicialmente financiadas por grupos y donantes que apoyaban a los republicanos,que se oponían a la candidatura del magnate durante las primarias del Partido Republicano, confirmaron múltiples fuentes a CNN. Las mismas fuentes añadieron que, una vez Trump fue elegido candidato, varios grupos y donantes que apoyaban a Hillary Clinton financiaron la continuidad de la investigación.

Los voceros del FBI y del director de Inteligencia Nacional se negaron a hacer comentarios. Los funcionarios que hablaron con CNN tampoco quisieron hacerlo oficialmente, dada la naturaleza clasificada y secreta del material.

Algunas de las acusaciones fueron publicadas por primera vez en la revista estadounidense Mother Jones, una semana antes de las elecciones.

Un funcionario gubernamental de alto rango le dijo a CNN: “Tengo la sensación de que la Administración saliente y la comunidad de Inteligencia está juntando todas las piezas para que esto pueda investigarse seriamente. Creo que (la) preocupación es estar seguros de que cualquier información que salga se registre en el sistema para que pueda ser evaluada de manera acorde y se actúe según sea necesario”.

El Kremlin califica el informe como «literatura barata»

Rusia ha calificado los reportes de que Donald Trump puede estar potencialmente comprometido por la inteligencia rusa como «literatura barata».

El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, se refirió a los informes como «un claro intento de dañar nuestra relación bilateral. A la fabricación de esas mentiras en la parte del reporte difundida previamente, y esta que es una mentira similar, se le llama ‘pulp fiction’ en inglés». Peskov hizo sus comentarios en una rueda de prensa este miércoles con reporteros.

«Claramente hay quienes están creando histeria, quienes están intentando apoyar su caza de brujas, y el propio presidente electo (Donald) Trump lo describió de esa forma».