El camino que Ecuador sigue para renegociar los bonos de deuda externa quedó libre el pasado viernes 31 de julio de 2020, tras la decisión de la jueza Valerie Caproni, de la Corte del Distrito Sur de Nueva York, de negar la demanda de dos firmas de inversión en contra del Gobierno ecuatoriano.

el Ministerio de Finanzas extendió el plazo de votación para que los acreedores resuelvan sobre la oferta de Ecuador. Créditos: Twitter Richard Martínez

El camino que Ecuador sigue para renegociar los bonos de deuda externa quedó libre el pasado viernes 31 de julio de 2020, tras la decisión de la jueza Valerie Caproni, de la Corte del Distrito Sur de Nueva York, de negar la demanda de dos firmas de inversión en contra del Gobierno ecuatoriano.

La decisión, además, puede influir positivamente en los intereses del país de cara a la votación de la propuesta de reestructuración de la deuda, según dos analistas consultados.

Caproni, jueza federal, no dio paso al pedido que interpusieron los fondos Contrarian Capital Management LLC y GMO LLC, con la intención de detener el proceso de renegociación de los bonos planteado por Ecuador, alegando que es “coercitivo en extremo”. La demanda de acción colectiva fue presentada el 29 de julio.

En ella se afirma que Ecuador “hizo declaraciones falsas y engañosas de hechos materiales y omitió hechos materiales”. Un día después, la jueza solicitó más argumentos a los demandantes, tras pronunciarse escéptica sobre el argumento de que Ecuador estaría “forzando el consentimiento”, ya que en realidad se estaba motivado la voluntad de los acreedores.

Ayer, Caproni negó las medidas cautelas y manifestó que “nadie está siendo obligado a cumplir con la oferta pública”, según una nota de la agencia Bloomberg.

Contrarian y GMO representan un 3% de los USD 17 375 millones de deuda en bonos soberanos que el Gobierno busca reestructurar.

Ecuador ya cuenta con el 53% de aprobación de los acreedores. Para que la renegociación se concrete se requiere el 66% de aprobación de los tenedores.

Tras conocerse el fallo, el ministro de Economía y Finanzas, Richard Martínez, expresó que lo actuado por la Corte de Nueva York “es un gran paso en la negociación de la deuda de Ecuador”.

El funcionario agregó que el país continuará buscando el respaldo mayoritario a su propuesta, que busca aliviar la presión de recursos en la caja fiscal para poder enfocarse en “la reactivación económica y en la protección a los más vulnerables”.

Producto de la demanda y por pedido de la Corte, el Ministerio de Finanzas extendió el plazo de votación para que los acreedores resuelvan sobre la oferta de Ecuador.

Inicialmente la votación estaba prevista para el 31 de julio, pero la fecha se amplió hasta el lunes 3 de agosto. Augusto de la Torre, miembro del consejo de asesores económicos del Gobierno, consideró que el pedido de los fondos era muy temerario.

“La jueza en parte pidió que se amplíe el plazo de la votación para que analicen mejor su postura y puedan unirse a la propuesta del Ecuador”, indicó.

La negación de Caproni era lo que se esperaba en los mercados, puesto que las señales dentro de la renegociación ya han mostrado que la propuesta de Ecuador tendrá la aceptación necesaria, acotó De la Torre.

El escenario más probable es que en las votaciones del lunes Ecuador logre conseguir el 66% de respaldo que requiere o incluso más, comentó Xavier Orellana, exviceministro de Comercio Exterior.

“Esto facilita las cosas. Había fondos de inversión que estaban a la expectativa de la demanda. Ahora varios tomarán una decisión a favor de Ecuador”, analizó. Se puede esperar que la reacción también sea favorable para alcanzar la aprobación del 75% que se necesita para los bonos 2024, añade Ramiro Crespo, director de Analytica Investments.

Sin embargo, la negociación de este tramo no será sencilla. “Ecuador hizo bien en no ofrecer posiciones más altas”, añadió Marco Flores, miembro del Foro de Economía y Finanzas.

Flores coincidió en que sumar las voluntades de los bonistas, incluidos los del tramo 2024, está más cercano para el Ecuador. Frente a la crisis que atraviesa el país, si la oferta no es aceptada todas las partes pierden, porque Ecuador podría caer en ‘default’ (cesación de pagos) y los acreedores no cobrarían.

Fuente: El Comercio – Nota Original : LINK