Las buenas prácticas de control, vigilancia y conservación marina que se ejecutan en las islas Galápagos fueron reconocidas por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Miguel Castro / El Telégrafo

Por ese motivo, la entidad internacional catalogó al archipiélago como uno de los espacios naturales mejor conservados del mundo.

Walter García, ministro del Ambiente, explica que el trabajo en el citado entorno natural presenta avances significativos.

El turismo masivo y las especies invasoras originaron que, en 2007,  la isla figure en la lista de Patrimonios Naturales en Peligro.

Sin embargo, años después el Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco, reunido en Brasilia, lo retiró de la lista roja.

¿Cómo pasó Galápagos de patrimonio ‘en peligro’ a ejemplo de conservación?

El Ministerio del Ambiente (MAE) resalta tres acciones: política pública ambiental, proyectos de conservación en especies específicas (tortugas gigantes) y la reciente declaración del santuario marino (que tiene 38.000 kilómetros cuadrados de extensión).

El Estado, en 2015, invirtió $ 52 millones en las 51 áreas protegidas nacionales. Dicho presupuesto incluyó el Parque Nacional Galápagos y la Reserva Marina.

Según la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG), las islas conservan el 95% de su biodiversidad original.

Los porcentajes de especies endémicas (únicas de las islas) son: reptiles 100%, mamíferos 79%, insectos 56%, aves 49% y su vegetación en un 42%.

El biólogo y experto en conservación, Luis Becerra, detalla que esa diversidad surge gracias a cuatro corrientes oceánicas que confluyen: la de aguas superficiales Sur-Ecuatorial, la fría de Humboldt, las tropicales de Panamá y la de Cromwell (rica en nutrientes).

Las de Humboldt y las deCromwell -añade- generan el clima ideal para el pingüino de Galápagos.