El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, es interrogado este lunes en la embajada de Ecuador en Londres, donde está refugiado desde 2012, por una denuncia de violación presentada en Suecia hace seis años y sobre la cual se ha declarado inocente.

La fiscal sueca Ingrid Isgren, jefa adjunta de la instrucción sumarial contra Assange, llegó a la embajada para participar en este primer interrogatorio a cargo del fiscal ecuatoriano Wilson Toainga.

La audiencia «está prevista que se prolongue varios días», explicó Per Samuelsson, abogado sueco de Assange, que espera asistir al menos a una parte del interrogatorio. Es la primera vez que el australiano, de 45 años, podrá dar su versión de los hechos ante la justicia.

Al interrogatorio asistirá además un inspector de policía, indicó la fiscalía de Estocolmo en un comunicado. Mientras que la justicia sueca acusa al fundador de WikiLeaks de haber eludido sistemáticamente sus convocatorias, Samuelsson asegura que su cliente «siempre ha querido dar su versión de los hechos directamente a los investigadores».

«Pedimos esta audiencia desde 2010», explicó el abogado. Assange «quiere tener la oportunidad de defender su honor (…) y espera que se abandone la investigación preliminar» tras el interrogatorio, añadió.

Si Assange acepta, se le extraerá una muestra de ADN, precisó la fiscalía sueca. La transcripción de este interrogatorio será entregada posteriormente a los magistrados suecos, quienes decidirán en consecuencia los siguientes pasos.

La fiscal sueca Marianne Ny, encargada del caso, se congratuló de que la «investigación preliminar pueda continuar».

Suecia y Ecuador negociaron durante meses las condiciones del interrogatorio. Ecuador exigió que fuese un fiscal ecuatoriano el encargado de hacer las preguntas sugeridas por los investigadores suecos.

Assange lleva desde junio de 2012 en la embajada ecuatoriana, cuando pidió asilo a Quito para evitar ser extraditado a Suecia. En 2010, tras la denuncia por violación presentada por una mujer, la justicia sueca había permitido que Assange saliera del país hacia Londres.

Sin embargo, la fiscalía sueca emitió después una orden de detención europea para interrogarlo en Suecia. Desde que entró, Assange no ha abandonado la embajada, donde vive en un espacio reducido, limitándose a aparecer públicamente muy de vez en cuando en un balcón.

El gobierno británico le niega un salvoconducto para viajar a Ecuador. El australiano perdió una nueva batalla judicial en septiembre cuando por octava vez en seis años, un tribunal sueco confirmó la orden de detención europea en su contra.

En octubre, también se le rechazó la suspensión provisional de éste para asistir al entierro de un amigo. Assange clama su inocencia y denuncia una maniobra para ser extraditado a Estados Unidos, donde teme ser juzgado por la publicación por parte de WikiLeaks de cientos de miles de documentos clasificados sobre las guerras de Irak y de Afganistán, así como de 250.000 cables de la diplomacia estadounidense.