La justicia brasileña negó este miércoles 11 de julio una autorización para que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva conceda entrevistas como candidato presidencial a medios de comunicación en la celda donde cumple su condena por supuesta corrupción, porque según la legislación es "inelegible".

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Luiz Inácio Lula da Silva - Créditos: Shutterstock

La jueza Carolina Lebbos, titular del juzgado 12 de Curitiba, negó este miércoles la solicitud hecha por varios medios de comunicación para que el expresidente conceda entrevistas. En la decisión, la jueza señaló que la legislación no prevé el derecho de presos de conceder entrevistas y afirmó que Lula es «inelegible» por la condena que le fue impuesta.

Lula, quien sacó a 28 millones de personas de la pobreza en Brasil entre el 2003 y el 2010, lidera todas las encuestas de intención de voto, se encuentra actualmente inhabilitado de participar en los próximos comicios presidenciales de octubre debido a que la ley electoral brasileña impide que condenados en segunda instancia se postulen a cualquier cargo electivo.

«Como ya se ha afirmado, el ejecutado cumple la condena por los delitos de corrupción activa y lavado de dinero, confirmada por la octava sala del Tribunal Regional Federal de la cuarta Región de la ciudad de Porto Alegre (TRF4). Por lo tanto, el caso se subsume plenamente a la hipótesis legal, tratándose de una situación de inelegibilidad», afirmó.

La jueza argumentó que aunque el expresidente se declare candidato presidencial «su situación se identifica con el status de inelegible» y en ese contexto «no se puede extraer utilidad de la realización de entrevistas con fines electorales», dijo. La presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, rechazó la decisión, recordando cómo notorios narcotraficantes dieron entrevistas desde prisión e insistió en que todo forma parte de un plan orquestado para que Lula (2003-2010) no vuelva al poder.

«La justicia brasileña permite entrevistas con Fernandinho Beira-Mar y Marcinho VP, pero no las permite con Lula, el mayor líder popular de nuestro país. Si esto no es persecución, ¿qué es?», se preguntó en Twitter.

Lula fue condenado inicialmente por el juez Sergio Moro a 9 años y medio de prisión por supuesta corrupción pasiva y lavado de dinero, acusado de recibir un apartamento a modo de soborno en la red de corrupción en la petrolera Petrobras.

La pena impuesta por Moro fue elevada en segunda instancia a 12 años y un mes de prisión por los tres jueces de la octava sala del TRF4 con base en la mencionada ley, conocida como la ley de la «Ficha Limpia».

Esta ley, que fue aprobada en el Congreso por una iniciativa popular que contó con el apoyo de más de 1,6 millones de firmas. Irónicamente fue el propio Lula el que sancionó esta ley en 2010 norma que hoy es un obstáculo para las aspiraciones presidenciales del exmandatario.

Fuente: EFE