La justicia escocesa sumó el miércoles un revés a los recientes golpes políticos recibidos por el primer ministro británico Boris Johnson, al declarar “ilegal” su decisión de suspender el parlamento hasta dos semanas antes del Brexit.

El primer ministro contrajo la covid-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, a fines de marzo. Créditos: Agencia EFE

El gobierno de Londres insistió en que “nada ha cambiado” puesto que no hubo de momento una orden de anulación. Y apelará inmediatamente ante el Tribunal Supremo, quien según algunos analistas debería darle la razón debido a las diferencias entre los sistemas legales de Escocia e Inglaterra.

Las dos cámaras del parlamento británico vieron sus labores suspendidas el martes de madrugada, al término de un debate largo y acalorado sobre la salida de la Unión Europea, y no deben reanudarlas hasta el 14 de octubre, dos semanas antes de la fecha prevista del Brexit.

Johnson justificó esta decisión por la necesidad de elaborar y presentar su programa de política nacional, una práctica habitual cuando hay cambio de gobierno. Sin embargo, los opositores a un Brexit sin acuerdo la denunciaron como un intento de atarles las manos.

La tradicional ceremonia de suspensión, rodeada de gran pompa, fue boicoteada por la inmensa mayoría de los Lores en señal de protesta, mientras algunos diputados gritaban “¡vergüenza, vergüenza!” tras haber denunciado un “ultraje constitucional”.

Fuente: El Comercio y Agencia AFP – Nota Original: LINK