La Conferencia Episcopal Ecuatoriana y grupos provida cuestionaron el contenido del Código Orgánico de Salud aprobado por la Asamblea Nacional, en lo relacionado con el aborto, el uso de anticonceptivos a temprana edad, la objeción de conciencia y el derecho a la identidad sexual.

El Universo

En un comunicado, los obispos hacen cinco observaciones al proyecto y piden el veto parcial del proyecto porque a su criterio promueve el aborto de una manera ambigua o indeterminada como emergencia obstétrica, pues consideran que la verdadera emergencia obstétrica se da solo cuando el aborto se encuentra en curso de manera involuntaria.

Que en el proyecto se establece el uso indiscriminado de anticonceptivos de los menores de edad sin su consentimiento; y que los médicos pierden el derecho a la objeción de conciencia al obligarlos a intervenir en casos de emergencia obstétrica por cualquier causa.

También cuestionan que se permite la contratación de vientres de alquiler o subrogados, de forma supuestamente gratuita; igualmente rechazan lo establecido en el artículo 193 respecto a la asignación o cambio de sexo en la etapa de pubertad de las personas.

El Frente Nacional por la Familia también pidió al Ejecutivo vetar los textos relacionados con el aborto, también habla de ambigüedad en el artículo y “esconde una trampa”, pues obliga a los médicos a encubrir como emergencia obstétrica a todo tipo de aborto, incluso los inducidos.

El colectivo interpreta que el COS protege a los violadores, ya que si una menor de edad llegase con un embarazo producto de una violación podría exigir al médico guardar confidencialidad, lo que impediría que el profesional pueda alertar a los padres y autoridades.

Que el proyecto pretende quitar a los médicos su derecho constitucional a la objeción de conciencia, pues no se podrían negar cuando una menor de edad solicite anticonceptivos sin consentimiento de sus padres.

Respecto a la maternidad subrogada, el frente sostiene que se vulnera el derecho a la identidad del niño, que cosifica a la mujer y convierte en mercancía los vientres de las más vulnerables.

En cambio, el coordinador del movimiento Imparables, Wilson Merino, destacó del COS la inclusión de un capítulo dedicado al cáncer, aunque aclaró que eso fue producto de la presión social y cuestionó que la Asamblea se haya demorado ocho años para recoger las observaciones.

Indicó que a pesar de los avances en materia de prevención, educación e investigación, el Código de Salud no recoge otros planteamientos como establecer soluciones al problema de movilidad hacia las casas de salud; beneficios laborales y seguridad social para los cuidadores primarios; y, pacientes bajo la condición discapacitante.

Nota Original: El Universo – LINK