Bernardo Abad, concejal de Quito y presidente de la Comisión de Seguridad, informó que el 80% de los delitos que se cometen en la capital son con arma blanca, por lo que el proyecto presentado al Concejo de la ciudad busca reducir los niveles y percepción de inseguridad.

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En Notimundo al Día, Bernardo Abad, concejal de Quito y presidente de la Comisión de Seguridad, se refirió al proyecto de ordenanza que prohíbe y sanciona el porte de arma blanca y el consumo de sustancias sujetas a fiscalización en el espacio público, que tuvo su primer debate el martes 18 de enero en el Concejo de Quito.

Recordó que la misma está vigente desde hace más de 10 años, pero que el proyecto presentado busca enfatizar y reformar los dos artículos «más importantes» para la ciudad: el porte de arma blanca y consumo de sustancias estupefacientes en el espacio público.

La idea, dijo Abad, es que los Agentes Metropolitanos de Control tengan la capacidad de retener a quien porte este tipo de armas y puedan entregarlo a la Policía Nacional. Para ello, se están capacitando en instrucción de armas no letales.

En este sentido, Abad expresó su deseo de que el Concejo Metropolitano de Quito apruebe el proyecto, y destacó la importancia del control de consumo de sustancias estupefacientes en el espacio público, asegurando que esta actividad también representa foco de inseguridad.

«El objetivo es que los contraventores sean sancionados con una multa pecuniaria o trabajos comunitarios», señaló. Sin embargo, el Edil recalcó que se exceptúan de esta norma los casos en donde se evidencie que la utilización de lo que el Código Orgánico Integral Penal (COIP) define como arma blanca, sea para actividades laborales profesionales o de comercio en el espacio público.

Adelantó que se está analizando un proyecto de ordenanza para legalizar o regularizar a los vendedores ambulantes, como las personas limpia vidrios. «Esa actividad, por ejemplo, amedrenta a muchos automovilistas y aumenta la percepción de inseguridad», enfatizó.

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