La fuerza entera del aparato nacional de seguridad estadounidense será destacado para montar guardia mientras el presidente electo Donald Trump se posesiona de su cargo este viernes, con un estimado de 900.000 personas en Washington asistiendo a la ceremonia de posesión y actividades ligadas a este evento.

CNN

Más de 100 cuadras (cerca de 3,7 kilómetros cuadrados) estarán cerradas al tráfico automovilístico mientras las autoridades federales, estatales y locales crean una burbuja protectora alrededor de la ceremonia de toma de posesión, las festividades presidenciales y las protestas opositoras. Se espera que la cuenta final supere los 100 millones de dólares.

El secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, dijo la semana pasada en un reporte desde un centro suburbano de comando y control que un estimado de 28.000 miembros del Servicio Secreto, de la Administración de Seguridad de Transporte, del FBI, de la Policía de Parques, de la Guardia Costera y de la policía local de Washington y de toda la nación serían desplegados por toda la ciudad para reforzar la seguridad.

Al Departamento de Seguridad Nacional le preocupan los lobos solitarios mientras que 99 grupos pro y anti Trump planean llevar a cabo marchas.

A pesar de la ausencia de una «amenaza específica y creíble», Johnson le dijo a periodistas que el foco principal estaría en «actos individuales de extremismo violento y en individuos que se auto-radicalizan», como se ha visto en los recientes ataques en Francia y Alemania. Camiones y autobuses serán colocados en lugares estratégicos para bloquear grandes reuniones de peatones.

Johnson también estimó que un total de 99 grupos a favor y en contra de Trump llevarán a cabo demostraciones entre el viernes y el sábado por la noche.

La Marcha de Mujeres sobre Washington, que está atrayendo a una gran coalición de grupos contrarios a Trump, podría atraer a más de 200.000 personas el sábado. Se pronostican temperaturas cálidas, de 10 grados centígrados con lluvias nocturnas el viernes y un máximo de 16 grados el sábado, lo que podría ayudar a que más personas asistan a esta manifestación.

Lo que no se puede llevar (desde armas hasta tambores)

Los titulares de boletos para la ceremonia inaugural, que tendrá lugar al pie del Capitolio, podrán entrar a través de seis puntos de control de seguridad pública que rodean el National Mall y el Reflecting Pool. Las restricciones ahí serán aún más exigentes, con los funcionarios haciendo pública una lista de no menos de 40 artículos prohibidos, que incluyen desde armas de fuego y fuegos artificiales a mochilas, globos, tambores, silbatos y palos de selfie.

Una cosa a la que la policía no le dará prioridad, según la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, son los 4.200 porros entregados por un grupo de activistas de la marihuana. El Distrito de Columbia legalizó la marihuana para uso recreativo en el 2015. La posesión de hasta dos onzas está permitida, así como el cultivo y la distribución gratuita. La organización DCMJ comenzará su reparto verde el viernes en la mañana y le está pidiendo a los manifestantes que enciendan los porros (lo que no es legal en público) a cuatro minutos y veinte segundos de que Trump haya comenzado su discurso.

La ciudad presupuesta unos 30 millones de dólares en gastos, dijo la alcaldesa en una reciente rueda de prensa, con un reembolso que se espera sea de 19 millones directamente por parte del Congreso. Una porción de los 90 millones de dólares que el comité de posesión dijo haber recaudado también servirá para cubrir los costos de la seguridad.

Se aceleran las restricciones en los vuelos y en el tráfico ferroviario mientras se acerca la ceremonia

Las restricciones en el espacio aéreo sobre la capital también serán reforzadas en los próximos días. La Administración Federal de Aviación modificará sus parámetros típicos y limitará los procedimientos aeroportuarios locales de 1:30 p.m. (tiempo del este) a 6:30 p.m. el jueves, de 9:00 a.m. a 7:00 p.m. el viernes, y durante tres horas (de 9:00 a.m. al mediodía) el sábado.

Entre los artículos prohibidos en las zonas de seguridad de la posesión figuran los drones. Johnson dijo que los oficiales de seguridad decomisarán estos aparatos, que pueden eludir radares y con los que en dos ocasiones se violó el perímetro de la Casa Blanca en el 2015.

«Es algo que hemos planeado y existe la tecnología necesaria para lidiar con ello», aseguró Johnson.
Anticipando una gran cantidad de visitantes, Amtrak también aumentará los esfuerzos en la seguridad ferroviaria con patrullas y unidades caninas adicionales para monitorear pasajeros y su equipaje tanto de mano como despachado.