La Unión Europea (UE) y el Reino Unido fijaron este martes sus líneas rojas respectivas en la negociación sobre su futura relación comercial que, a seis días de su inicio, ya está marcada por la tensión y el cruce de reproches.

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El acceso de pesqueros europeos a las aguas británicas, la jurisdicción del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE), cómo mantener una competencia leal entre ambos… Los frentes no escasean entre Londres y Bruselas.

«No cerraremos este acuerdo a cualquier precio», advirtió en rueda de prensa el negociador europeo Michel Barnier, tras recibir de los 27 países de la UE las directrices de negociación.

El Reino Unido puso fin el 31 de enero a 47 años de membresía al proyecto de integración surgido de la Segunda Guerra Mundial y, a partir del lunes, debe negociar con sus ex 27 socios su futura relación comercial.

Y todo ello en un clima de desconfianza por las declaraciones de responsables británicos sobre no cumplir lo acordado en el acuerdo de divorcio para evitar la reintroducción de una frontera en la isla de Irlanda.

«Mi mensaje a nuestros amigos en Londres es claro: Cumplan con sus promesas», dijo el ministro de Asuntos Europeos alemán, Michael Roth, pese a que Londres reiteró en varias ocasiones que cumplirá lo pactado.

Sin embargo, los recelos no desaparecen ante el inicio de una negociación comercial que se anuncia dura y que deberán concluir antes de finales de año por la negativa del gobierno británico a prorrogar su duración.

En caso de no lograrlo, deberán aplicar las menos beneficiosas normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), pese a que el Reino Unido está llamado a ser uno de los principales mercados de la UE.

Fuente: El Universo, nota original aquí: LINK