El líder de la oposición de Ecuador, el excandidato presidencial Guillermo Lasso, expresó hoy su esperanza de que en el nuevo Gobierno, que comenzará mañana con Lenín Moreno a la cabeza, se produzcan cambios de fondo y no solo de forma en la conducción del país.

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«No es simplemente cuestión de cambios de formas, de matices. El Ecuador necesita un cambio de fondo en materia institucional, en materia económica y también en materia social», dijo Lasso en la televisión Ecuavisa.

Añadió que este miércoles comienza un día «con signos de interrogación: ¿Será un cambio de forma, de fondo, de estilo, de matices, o será el primer día de lo mismo?», se preguntó al apuntar que, en su opinión, Ecuador vive una época «muy crítica».

«Ecuador está partido en dos. Termina el día de hoy una década de insultos, de infamias, de división», consideró Lasso, que en abril pasado perdió las elecciones en segunda vuelta, cuando obtuvo el 48,8 por ciento, frente al 51,1 por ciento que votó por el oficialista Moreno, del movimiento Alianza País (AP, de izquierda).

Lasso, del movimiento Creando Oportunidades (CREO, de centroderecha), señaló que Moreno tiene que «demostrarle a Ecuador, con acciones concretas, que va a legitimarse en el poder» y adoptar decisiones para afrontar la situación económica del país, así como para cumplir con sus ofertas de campaña.

El líder opositor asegura que en lo económico, Ecuador «pasa por una crisis muy seria» mientras el presidente saliente, Rafael Correa, dice que deja un país en la senda de la recuperación económica tras haber sufrido los efectos de la caía del precio del petróleo, de las exportaciones y la apreciación del dólar.

Para Lasso es fundamental saber si la Administración de Moreno continuará con el proyecto de dinero electrónico «como una moneda alternativa o (si) será simplemente un medio de pago electrónico».

«La primera medida que debe tomar (…) Moreno es unificar a la sociedad ecuatoriana, impulsar un reencuentro», dijo al anotar que ello no será posible «si no declara el indulto de todos los perseguidos políticos en Ecuador».

Correa, quien entregará mañana el poder tras diez años de Gobierno, ha señalado insistentemente en que en el país no hay perseguidos políticos y ha recalcado que en Ecuador se persigue delitos y no personas.

«El problema es muy grave, muy serio», dijo Lasso al insistir en que si se desea «superar la crisis del Ecuador, es necesario un reencuentro nacional», para lo cual opinó que también se debe, entre otras cosas, derogar la Ley de Comunicación.

Dicha Ley, creada en la Administración de Correa, ha sido tildada como «mordaza» por críticos y opositores, mientras que el Gobierno la defiende para evitar, según ha dicho, los excesos de la prensa.

Lasso dijo que si con la aplicación de las medidas mencionadas, entre otras que plantea al nuevo Gobierno, se logra el reencuentro nacional, su agrupación política y las alianzas con las que llegó a la Asamblea Nacional, no se negarán al diálogo.

«Estamos aquí en representación de cerca de cinco millones de ecuatorianos, que quieren un cambio en el Ecuador y que no han renunciado a ese cambio, que es necesario para» el país, dijo en referencia a quienes lo apoyaron en las urnas.

Lasso agregó que serán «muy serios» en su oposición, que será «en defensa de los principios y valores democráticos. De la libertad, del derecho a prosperar de todas las familias ecuatorianas».

Fuente: EFE