A diferencia de su antecesor, la nueva alcaldesa de Loja, Piedad Pineda, inició su periodo de ocho meses con un discurso conciliador pero firme. Dijo que no esperaba ese resultado pero lo respeta. En ejercicio del poder su primera disposición fue arreglar unos kioscos para que trabajen las personas con discapacidad.

El Telégrafo

Al llegar al Municipio, José Bolívar ‘Chato’ Castillo –quien perdió el cargo en las urnas: 70,85 % de votos aprobaron este domingo revocarle el mandato– empezó el traspaso de información y aseguró estar tranquilo porque conoce a su sucesora desde hace años y la calificó como una mujer “leal”. Anunció que para este proceso pidió apoyo a la Contraloría, pero que se dará una vez que sea notificado por el CNE.

Tras la revocatoria, Pineda se convirtió en la primera mujer en asumir ese cargo. Se reunió con directores departamentales de la administración pasada a quienes pidió que “no le mientan” y arrimen el hombro para sacar adelante a la ciudad.

Castillo fue conocido por su constante enfrentamiento y acoso a los periodistas y medios de comunicación, un perfil que difiere totalmente de Pineda, quien se confesó como una mujer que “no lo sabe todo” y públicamente pidió ayuda a los medios de comunicación por ser los receptores de la opinión y necesidades ciudadanas.

Los kioscos que la alcaldesa mandó a arreglar serán usados por personas con discapacidad que se encuentran registradas en el Departamento de Inclusión Social y Económica del Municipio, serán colocados en parques, plazas y avenidas en el menor tiempo posible.

Fue firme al decir que habrá ejercicio de autoridad para que la gente se acople a las normas y no “haga lo que le da la gana”, pero que lo hará sin abusos.