El canciller de Ecuador, Guillaume Long, expresó hoy en Bogotá su preocupación por la crisis política en Brasil y advirtió que "la inestabilidad" que vive el gigante suramericano repercute en el resto de América Latina.

«Los vaivenes, la inestabilidad que se vive en el ámbito político brasileño no favorece a ningún país de la región», declaró el jefe de la diplomacia ecuatoriana en una conferencia de prensa tras un encuentro con su colega colombiana, María Ángela Holguín.

Long, que inició hoy una visita de dos días a Bogotá, donde abordará asuntos bilaterales con representantes del Gobierno colombiano y participará en reuniones con autoridades y empresarios, señaló que siguen los acontecimientos en Brasil «con muchísima preocupación».

«Brasil es un país importantísimo en la región. Apelamos a la estabilidad democrática, al respeto a la institucionalidad y a la constitucionalidad del país», aseguró el canciller ecuatoriano.

El funcionario apuntó que los causales de destitución de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, «tienen que ser muy fuertes, muy bien justificados» como para someterla a un juicio político.

«Va a llegar el momento en que los países de la región, los países de la Unasur, países de América Latina van a tener que encarar este tema y reflexionar sobre qué tipo de respuesta debemos dar a los acontecimientos del día de ayer», subrayó.

Este lunes, el proceso que le puede costar el cargo a Rousseff llegó a estar suspendido por decisión del presidente interino de la Cámara de Diputados, Waldir Maranhao, quien hoy se rectificó y expresó su apoyo al juicio político a la mandataria.

Long resaltó que «Brasil es un país inmenso en términos de su importancia económica, productiva, pero también política» e hizo votos por ver «un Brasil democrático, estable, pero en donde haya un estricto apego al Estado de derecho».