El ozono, como agente terapéutico, se utiliza para cicatrizar y curar enfermedades. ‘el gas de la vida', como le llaman algunos especialistas en salud, es ‘milagroso' con la artrosis, la artritis, los problemas circulatorios, la diabetes, las hernias discales y también con procesos hepáticos, de hígado graso y colon irritable. Hace 20 años llegó a Ecuador. El ozonólogo Gerardo Armendáriz fue el primero en introducirlo, tras recibir estudios en Argentina, Cuba y España sobre el procedimiento que debe seguir este tratamiento.