La educación ha experimentado un cambio significativo a causa del covid-19. Es por ello que universidades, escuelas y colegios han acelerado el desarrollo de aulas virtuales en sus currículos. Esto implica la implementación de nuevos modelos pedagógicos y tecnológicos.

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El objetivo es satisfacer las necesidades de los estudiantes de primaria, secundaria y universidad, mediante decisiones adecuadas para que a futuro se desempeñen profesionalmente en un entorno laboral a pesar del distanciamiento, explica Rubén González. vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado de la Universidad Internacional de La Rioja en España.

En este sentido, es necesario construir aulas virtuales y ello implica utilizar plataformas especializadas, contar con docentes capacitados e informados con cursos de tecnología. Implica además diseñar herramientas de interacción. Por ejemplo, cuestionarios, chats, wikis (sitios web en formato hipertextual de rápida creación social) explica, el PhD Iván Rodrigo Mendizábal, especializado en Tecnologías de la Información y Comunicación.

La tecnología es el vehículo conductor que permite que entre el profesor y el alumno se facilite la comunicación y transferencia de conocimiento, por lo tanto, según González, es necesaria una estructura tecnológica que se apoya en un ‘Learning Management System’, (LMS), que en español significa Sistema de Gestión de Aprendizaje y es el repositorio de la información que profesores o alumnos pueden ver en videoconferencias.

Este permite encuentros coordinados en tiempo pero en distintos espacios. Para que el aprendizaje sea mucho más interactivo desde el punto de vista del entorno ‘online’ es necesario dos elementos. El primero es la didáctica en línea que establece un sistema de conocimiento que toma en cuenta que el alumno está en su domicilio. Esto es distinto al sistema de acompañamiento presencial.

El segundo elemento es una metodología adecuada. Además al añadir un sistema de acompañamiento mediante tutorías virtuales, hay una reorientación a estrategias más personalizadas que ponen mayor énfasis en las necesidades de cada uno de los alumnos.

Rodrigo Estrada, fundador de Iwebsocial.com, estudia un curso de Marketing digital y diseño web ‘online’. Explica, que este tipo de clases necesita mayor disciplina que en la educación tradicional. Una ventaja importante es que no es necesario salir del país para estudiar en institutos, por ejemplo, de España. “Gracias al Internet puedo tener acceso a contenidos y a tutoriales impartidos por profesionales especializados”. Los expertos concuerdan en que una clase ‘online’ no debe durar más de una hora, y tiene que ser más concreta y corta para que el estudiante sea más un investigador que genere su propio conocimiento.


Nota Original: El Comercio – LINK