En Notimundo A La Carta, Luis Córdova, profesor universitario e investigador de Orden, Conflicto y Violencia, señaló que la violencia en los centros penitenciarios está creciendo porque el Estado está enfrentando el crimen organizado dentro y fuera de las cárceles de manera errónea. Además, cuestionó que el Gobierno no quiere ver los hechos violentos que suceden en el país o los ven, pero los quieren ocultar.

Créditos: Twitter Ministerio del Interior

El profesor universitario e investigador de Orden, Conflicto y Violencia, Luis Córdova, criticó que las aseveraciones del ministro del Interior, Patricio Carillo, quien afirmó que estas acciones se producen por actos irracionales. Para Córdova, el titular de la cartera de Estado desconoce que detrás de la violencia hay racionalidad e incluso, una lógica política que apunta a presionar a las autoridades para que tomen ciertas decisiones. “Cualquier grupo de crimen organizado requiere la participación informal del Estado y sin ellos no es posible ingresar armas”, manifestó.

Córdova aseguró que los traslados de los reos de una cárcel a otra, como castigo, en vez de convertirse en un disuasivo de violencia, se convierte en un mecanismo que la dispara. Explicó que el Gobierno no logra tomar el control de los centros, porque Ecuador no cuenta con mecanismos de supervisión y rendición de cuentas externos a la Policía y a las Fuerzas Armadas.

El profesor e investigador criticó que el Gobierno al priorizar la compra de tecnología para las instituciones de seguridad, en lugar de trabajar en la rehabilitación de escuelas en sectores urbano-marginales, “está alimentando el enorme ejército que está fomentando el sicariato, el pandillerismo, el microtráfico y otros delitos”.

Para Córdova, la solución es sacar a la Policía del sistema carcelario e incluir a trabajadores sociales y criminólogos, quienes están especializados en reinserción social. Otra cosa que podría ejecutarse, es impulsar una reforma de las entidades de seguridad. “Desde el momento en el que se policializan los centros de rehabilitación social, pierde todo sentido la cobertura de lo que es la reinserción social y se los convierte en enemigos de la sociedad”, cuestionó.

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