Este domingo 10 de noviembre, la crisis política y social se intensificó en Bolivia; donde se registró una serie de renuncias de altos funcionarios del Gobierno, incluida la del propio presidente, Evo Morales. Esto, luego de que la cúpula militar y policial sugirieran la dimisión del Mandatario.
Según el analista político, Francisco Muñoz, estas acciones de las fuerzas del control público configurarían un golpe de Estado; sin embargo, la confusión que ocasionaron los comicios del pasado 20 de octubre «no permite descubrir bien cuáles son los hilos que están moviendo el proceso boliviano. Esto fue una crónica de una desestabilización política anunciada».
#FranciscoMuñoz: «En los hechos de este país existe una línea #geopolítica.» #NotiMundoalaCarta #Bolivia pic.twitter.com/givP9Ri3nr
— NotiMundo (@notimundoec) November 11, 2019
Además, para Muñoz, se debe reconocer que la decisión de Morales de renunciar al poder fue positiva para brindar paz al pueblo boliviano y evitar que exista un mayor enfrentamiento y conmoción social.
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Por ahora, la inestabilidad política sigue, a la espera de la sucesión de un Gobierno Transitorio que permita llamar nuevamente a elecciones. Según Pedro Glasinovic, presidente de la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia, el mandato constitucional obliga a convocar a elecciones en un plazo máximo de 90 días.
#PedroGlasinovic: «No se está considerando en ningún momento que #CarlosMesa asuma la presidencia de Bolivia.» #NotiMundoalaCarta #Bolivia
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