Más de 160 venezolanos regresaron hoy a su país en autobuses desde Quito, informó Pedro Sassone, encargado de negocios de la Embajada de Venezuela en Quito. El funcionario aseguró que el regreso en autobuses se suma al proceso facilitado por el Gobierno de Caracas por vía aérea.

El Telégrafo

Sassone aseguró que ya se tenían planificados cuatro vuelos para febrero, pero que debido al aumento de las peticiones de retorno se optó por el mecanismo de autobuses. Son cuatro autobuses con capacidad para 42 pasajeros cada uno, refirió el representante diplomático al precisar que esta es la primera vez que se ha planificado cubrir el trayecto hasta Venezuela por vía terrestre.

«Vamos a ver como nos va», añadió el diplomático venezolano al insistir en que en las últimas semanas se ha registrado un incremento en el número de peticiones de retorno. Hay venezolanos que «no se sienten bien» en Ecuador, porque no han logrado obtener un empleo permanente y que, por ello, se han dedicado a labores informales en la calle, pese a que algunos pueden ser profesionales con estudios superiores, agregó.

Además, hay una «sensación de intranquilidad» desde la explosión con tintes xenófobos que se dio hace un par de semanas en Ibarra (Imbabura), cuando una turba arremetió contra varios venezolanos, tras un femicidio en el que un ciudadano de ese país mantuvo cautiva 90 minutos y asesinó a su pareja embarazada en plena calle.

La demanda de peticiones de retorno «siempre ha sido alta», pero ha recrudecido por una serie de factores que inciden en el ánimo de los venezolanos, comentó el diplomático al recordar que, hasta el momento, se han organizado 25 vuelos de retorno, desde el pasado 5 de septiembre, en los que han retornado 2.245 personas.

Este programa de retorno por vía aérea también se lleva adelante en Perú, República Dominicana, Brasil, Chile, Argentina y Colombia y ya son más de 20.000 los venezolanos de la región que han regresado a su país, añadió Sassone. El encargado de negocios enfatizó que el actual éxodo de venezolanos obedece a una «migración económica», causada por las dificultades económicas que sacuden a ese país, producto, según dijo, de presiones externas.

Fuente: El Telégrafo – nota original: LINK