Un estudio internacional de médicos y científicos, epidemiólogos ecuatorianos, dirigentes de los maestros y padres de familia da cuenta del riesgo que significa la reanudación de clases presenciales por potenciales contagios de COVID-19.

Hubo ingreso de 250 pasaportes oficiales de Cuba a territorio ecuatoriano. Imagen Referencial

Padres y docentes se oponen abiertamente a esa posibilidad, que este viernes debió ser tratada por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional, se pospuso para este sábado, pero finalmente quedó suspendida.

Este jueves, los ministros de Gobierno y Salud, María Paula Romo y Juan Carlos Zevallos, anunciaron que este viernes el COE nacional iba a decidir sobre la apertura de un plan piloto en el colegio Alemán Humboldt, en Los Ceibos, Guayaquil, a partir del 1 de septiembre.

Inmediatamente la alcaldesa Cynthia Viteri y el COE cantonal ratificaron que no permitirán que ninguna entidad educativa reanude labores presenciales en este año lectivo, así sea en un plan piloto.

La ministra de Educación, Monserrat Creamer, indicó que tenía listo el denominado Plan de Continuidad Educativa Juntos Aprendemos y Nos Cuidamos, para el retorno voluntario a clases. Es el que debió discutirse este viernes en el COE. Dicho análisis quedó suspendido.

No obstante, a las criticas se sumaron la Unión Nacional de Educadores (UNE) y de la Red de Maestros. Isabel Vargas, presidenta de la UNE, afirmó este viernes, a través de una rueda de prensa virtual, que hay un recorte presupuestario para la educación que supera los $900 millones, de los cuales $450 millones se destinaban a infraestructura y mantenimiento. “No hay ni para la fumigación de las instituciones educativas”, agregó Vargas, para quien la propuesta gubernamental es descabellada.

Según la dirigente, el Ministerio de Educación autorizó un incremento de estudiantes por aula de 35 a 40. Ello, agregó, implica hacinamiento y despido de docentes. Otro inconveniente es un sistema de salud público colapsado.

Nelly Miño, subcoordinadora nacional de la Red de Maestros, señaló que existen carencias en el ámbito educativo, como ausencia de personal de limpieza, de seguridad, de insumos y de desinfección. Además, el comportamiento de niños y adolescentes no observa estrictamente los protocolos de prevención y autocuidado.

“Creemos que debe prolongarse el tiempo requerido para brindar una mínima garantía de protección en el retorno a clases presenciales. Rechazamos la idea de volver a las aulas en septiembre”, sostuvo Miño.

Nota Original: El Universo – LINK