La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias (SNGRE) declaró el nivel de alerta amarilla por efectos del fenómeno El Niño en las provincias de Esmeraldas, Manabí, Guayas, Santa Elena, El Oro y la Región Insular

Riesgos Ecuador @Riesgos_Ec / Rueda de prensa de Alexandra Ocles

El impacto de las olas afectó el área costera de los cantones Eloy Alfaro, Atacames y Muisne, de la provincia de Esmeraldas; Pedernales y Jama, de la provincia de Manabí; y Santa Rosa de la provincia de El Oro.

La titular de la SNGRE, Alexandra Ocles, junto a autoridades nacionales y locales, recorrió el malecón de la parroquia Súa, previo a la realización de un sobrevuelo por la zona.

La funcionaria explicó que su prioridad fue atender a los ciudadanos. Así impulsaron que las familias evacuadas fueran sean acogidas por parientes y amigos. También se entregaron kits de comida y aseo.

 

Posteriormente se inició una evaluación de los daños materiales. Esta tarea estuvo encabezada en principio por el secretario de la Reconstrucción, José Herrera, y luego por el secretario de la Presidencia de la República, José Augusto Briones.

Este último lideró la reunión del Comité de Emergencias de Esmeraldas. En esta cita coordinó con las autoridades locales las acciones que se ejecutarán a favor de la ciudadanía.

Briones ratificó que la primera prioridad del Gobierno es la protección de las personas. Por eso, se mantendrán las medidas de alerta en las playas hasta el miércoles 26 de diciembre, cuando presuntamente terminará el aguaje. Él explicó que se prevé que este lunes 24 de diciembre ocurra el pico de intensidad considerable de la emergencia.

Por eso, sostuvo que es necesaria una acción conjunta entre el Gobierno, las autoridades locales y la ciudadanía para protegerse ante cualquier amenaza.

El Instituto Oceanográfico de la Armada explicó que el incremento del nivel del mar se produjo por oleajes provenientes del norte del Pacífico. Las banderas rojas y amarillas seguirán en las playas del país como una medida de prevención ante el aguaje.

Fuente: El Telégrafo – Nota original: LINK