A puertas de que las nuevas autoridades seccionales electas asuman sus cargos, el Municipio de Quito presenta un escenario económico complicado de acuerdo con el urbanista y docente universitario, Fernando Carrión.

Créditos: Interempresas

La suspensión del servicio en las 15 estaciones del Metro de Quito tras nueve días de operación comercial e inconvenientes a nivel de emisión de boletos y funcionarios en las taquillas, pone sobre la mesa el nivel de acogida que puede tener el proyecto por parte de los ciudadanos.

Para el experto Fernando Carrión, el Metro representa una deuda para el Municipio difícil de cumplir basándose en la calidad y éxito del sistema del transporte hasta el momento. El nuevo alcalde, Pabel Muñoz, tendrá que financiar 1.200 millones de dólares que estuvieron destinados para el proyecto. La obra que empezó en 2010, fue construida con recursos de crédito y Carrión estima que anualmente las cuotas no bajarán de USD 60 millones por las multas e intereses que se impondrán en el camino.

Sumó a ello USD 21 millones por el modelo de transporte que adoptaron con la operadora de Medellín y USD 40 millones por subsidios. Detalló que probablemente no se cumpla el estudio de la demanda que proyectaba movilizar a 400.000 pasajeros y más bien, se reduzca a “difícilmente” 120.000 personas.

Entre las razones, Carrión estableció que el precio del pasaje de USD 0,45 centavos es una desventaja ante los diez centavos menos que el ciudadano se puede ahorrar al utilizar el transporte convencional. Por otro lado, está la ausencia de diseño del sistema multimodal que busca articular y conectar los diferentes tipos de transporte. A raíz de esto explicó que se podrían desatar “conflictos” con las líneas de buses existentes.

Para Fernando Carrión, la decisión del burgomaestre Pabel Muñoz sobre convocar a una reunión a las autoridades del Metro para analizar las fallas, fue correcta. Sin embargo, destacó que los perfiles de trabajo con los que cuenta Muñoz al haber sido funcionarios del Gobierno y provenir del mismo sector político, podría afectar en la apertura de otros grupos a sus propuestas.

Concluyó con que la nueva autoridad no ha planteado un modelo de gestión del municipio claro y contundente. El experto precisó en que se debe balancear el gasto corriente, los subsidios a las empresas y buses convencionales. “El gran reto que va a tener es poner la casa en orden”, enfatizó.

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