El presidente de Bolivia, Evo Morales, destacó hoy la importancia de la unidad para superar los efectos del terremoto de magnitud 7,8 que el pasado 16 de abril azotó varias zonas del norte de la costa ecuatoriana, dejando, hasta el momento, 659 muertos.

Morales, que llegó esta mañana a la ciudad ecuatoriana de Manta (oeste), una de las más afectadas por el terremoto, se solidarizó con Ecuador.

«Mucha fuerza, somos una familia, parte de la Patria Grande, siempre estaremos (…), en lo que podamos, siempre acompañaremos esos problemas que se presentan», dijo el gobernante boliviano al asegurar que con «unidad» se pueden superar esta clase de problemas.

El mandatario lamentó los «momentos difíciles» por los que atraviesa Ecuador e insistió en que su nación estará siempre «a la orden para poder juntos trabajar, acompañar con lo poco que tenemos», dijo.

De su lado, el gobernante ecuatoriano, Rafael Correa, agradeció a Bolivia por la ayuda humanitaria enviada hasta el momento y por la que hoy trajo Morales en su visita al país andino.

«Parece que la pachamama (madre tierra) está poniendo a prueba a la nación ecuatoriana, de qué fibra estamos hechos. Pero como decía el gran (Simón) Bolívar (libertador): si la naturaleza se opone a nuestros designios, lucharemos contra ella y la venceremos. Es la voluntad del ser humano, de nuestros pueblos, que nos sacará adelante», dijo.

Correa agregó que las consecuencias del terremoto pudieron haber sido aún peores.

La hora y el día en que ocurrió «impidió que la desgracia sea mayor porque en la costa, un sábado (a las) siete de la noche, la gente está fuera de la casa, los edificios públicos no funcionan», indicó.

«Hemos tenido que lamentar más de 650 muertos, pero pudo ser mayor si esto ocurría en horas de oficina, se nos derrumbaban los edificios públicos, con la gente adentro, etcétera», dijo y remarcó sobre «las pruebas» de la naturaleza a Ecuador pues el martes un río se desbordó y provocó al menos tres muertos, cinco desaparecidos y varios daños naturales en la localidad de Alluriquín.

«Pese al dolor, a las lágrimas, a la inmensa tristeza de nuestros hermanos fallecidos, mutilados, de las familias que han perdido lo que con tanto esfuerzo hicieron en toda una vida, saldremos adelante», subrayó Correa.

Para ello siempre será una «gran ayuda» la solidaridad de los pueblos hermanos, dijo Correa al tildar de «increíble» el apoyo de Bolivia, pese a que es un país de menor renta per cápita que Ecuador.

«Estas pruebas tan duras las vamos a superar, vamos a salir adelante, pero la carga (…) se hace más ligera cuando pueblos hermanos nos ayudan a cargarla», apostilló.

Se prevé que también hoy llegue a la costa ecuatoriana el presidente de Perú, Ollanta Humala, para solidarizarse y entregar más ayuda humanitaria para los damnificados del terremoto que, además, dejó 29.067 albergados temporales y 40 desaparecidos, según cifras oficiales.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, visitó con el mismo propósito Ecuador el pasado domingo.