La amnistía aprobada en la madrugada por la Asamblea Nacional es un mensaje general de impunidad, y no me refiero solo a octubre pues es solo una parte de la amnesia que acaban de resolver. Hay, entre muchas otras cosas, dos casos ya sentenciados de invasión de tierras (uno contra Jaime Vargas en la Amazonía y otro contra Leonidas Iza, en Cotopaxi) ¿qué tiene eso de lucha social o de justicia indígena?, es pura impunidad.

Créditos: AFP

Sobre octubre la decisión es muy grave. No se trata de una amnistía con el propósito de la reconciliación y el “pasar la página”, pretenden re escribir la historia convirtiendo en actos heroicos el bloqueo de ciudades, el secuestro a policías y periodistas, el ataque a ambulancias, el secuestro de policías y periodistas, el atacar un cuartel militar, el quemar la Contraloría y un canal de televisión, el cortar el agua potable de una ciudad… Literalmente le prendieron fuego a Quito y han sido no solo perdonados sino descritos como héroes y salvadores. 

Mi solidaridad hoy con todos los policías (desde el anterior hasta el actual Comandante General, hasta la tropa y los policías de los grupos especiales) que hicieron su trabajo, procuraron mantener el orden en circunstancias muy difíciles, no usaron nunca sus armas. Defendieron la democracia y, a diferencia de los secuestradores y los golpistas, tendrán que seguir enfrentando investigaciones absurdas, desproporcionados, sin fundamento. 

Mi especial solidaridad con las mujeres policías mantenidas cautivas durante cinco días, manoseadas, atacadas por la turba. Me apena y me avergüenza una dirigencia política incapaz de defender su trabajo y sus derechos.

El precedente es nefasto para nuestra democracia: amnesia para los que atacaron el Ecuador, y castigo para quienes hicieron su trabajo.

Fuente: María Paula Romo – Nota original: LINK