Desde este mes opera en Ecuador un nuevo Fondo de Seguros Privados, cuyo objetivo es garantizar y proteger los recursos de los ciudadanos ante un eventual cierre forzoso de una entidad del sistema de seguros privados del país.

Actualmente, el país cuenta con un Fondo de Liquidez, que mantiene un saldo de 2.200 millones de dólares y un Fondo de Seguros de Depósitos con alrededor de 1.200 millones, ambos destinados al sistema financiero nacional y están a cargo de la Corporación de Seguros de Depósitos (Cosede).

“Con esto se busca fortalecer la institucionalidad pública creada por el gobierno del presidente Rafael Correa para dar seguridad y proteger los recursos de los ecuatorianos y evitar las dolorosas crisis que vivió la ciudadanía en décadas pasadas”, indicó a Andes David Villamar, presidente del Directorio de la Cosede.

El Fondo de Seguros Privados, constituido por la Cosede, arrancó con un capital de 1´080.000 dólares entregados por el Ministerio de Finanzas y se espera que hasta finales del próximo año llegue a  los 25 millones de dólares.

Villamar explicó que los fondos empiezan con capitales muy pequeños que van aumentando con el pasar del tiempo. Es el caso, dijo, del Fondo de Seguros de Depósitos que arrancó con 180 millones de dólares y ahora superar los mil millones, o el Fondo de Liquidez que inició con 400 millones de dólares y hoy está sobre los dos millones.

El capital para el nuevo fondo se obtendrá de los recursos correspondientes al 1,5% del primaje total neto aportado por las empresas aseguradores, una fracción del 3,5% del total del primaje pagado por los asegurados, donaciones,  créditos contingentes que se pueden adquirir, y los rendimientos y utilidades de las inversiones que realiza el fondo.

En la actualidad, ya se cobra el 3,5 % para la operación de la Superintendencia de Compañías pero ahora el Código Orgánico Monetario y Financiero determina que parte de ese valor va a ir a la Cosede.

Desde el 1 de enero, el Fondo de Seguros Privados, atraviesa un período denominado de “carencia” que implica que en 180 días no está en capacidad de pagar a las entidades en liquidación. “Una vez que termine el período de carencia este fondo empezará a operar y será un pilar fundamental para proteger a la ciudadanía de la incertidumbre existente en este tipo de mercados”, indicó Villamar en dialogo con Andes.

Villamar destacó que la gran ventaja de los fondos es que pagan directa y oportunamente a los usuarios afectados que ya no deben esperar el proceso de liquidación para el posterior pago.  Recordó que ante de este Gobierno no existía esta institucionalidad y, durante la crisis bancaria de 1999, mucha familias quedaron desamparadas.

Por otro lado, Villamar destacó los altos niveles de solvencia y liquidez que tiene actualmente el sistema financiero nacional con promedios del 14% y 27%, respectivamente, y que están por encima de los niveles requeridos a nivel internacional.

“El sistema está saludable y, además, está  protegido porque existen los fondos que son intacto y son exclusivamente para protección de los depositantes o, en este caso de los asegurados”, señaló al cuestionar versiones de prensa que a finales del año pasado aseguraban que se utilizarían esto fondos para financiar algunos pagos del Estado.

En cuanto a las aseguradoras, las 35 empresas que operan en el país tienen un primaje neto de alrededor de 1.500 millones de dólares al año y cubren menos de 300 millones de dólares. “Es un sector altamente rentable y saludable”, agregó el funcionario.

Sin embargo aclaró que la necesidad de tener un fondo para garantizar la seguridad de los clientes obedece a que se pueden dar casos de indicios de irregularidades, malversación de fondos etc. “Es obligación de la entidad de control intervenir y es para esos casos para los que existe el Fondo de Seguros Privados”, recalcó.