El nuevo presidente del Parlamento venezolano que se constituirá el próximo 5 de enero es Henry Ramos Allup, el secretario general del histórico partido socialdemócrata Acción Democrática (AD), un político de 72 años, de larga trayectoria.

Desde la nueva mayoría calificada opositora de 112 diputados, contra los 55 del chavismo, Ramos Allup se alza como el personaje que le dará y quitará el derecho de palabra al chavismo, que ostentó el poder en ese foro desde su creación en 1999.

Es Ramos Allup un personaje que representa la vieja guardia política que el fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013) usó en sus primeros discursos electorales como un mal que había que combatir para alzarse con la Presidencia, y llegó incluso a prometer que freiría las cabezas de los llamados «adecos».

Ramos Allup es un abogado que nació en la ciudad de Valencia, en el céntrico estado Carabobo y es hijo de dos descendientes de libaneses.

Desde muy temprano manifestó su afinidad por la política e ingresó en las filas de AD, un partido que ha triunfado en elecciones presidenciales en seis oportunidades y que después de venirse a menos tras el primer triunfo de Chávez, hoy vuelve a cobrar fuerza en el marco de la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

Ramos Allup fue electo diputado en las legislativas del año 2000 y no presenta nuevamente su candidatura para las siguientes de 2005 después de que la oposición se pusiera de acuerdo para demostrar así la desconfianza que existía sobre el Consejo Nacional Electoral y no respaldar un proceso de votaciones «fraudulento».

En 2008 AD llega a la MUD junto con otros partidos como COPEI, Primero Justicia, Proyecto Venezuela, Alianza Bravo Pueblo, Un Nuevo Tiempo y otros que hoy conforman una alianza de una treintena de organizaciones políticas.

En las Parlamentarias de 2010 el político es elegido diputado para el Parlamento Latinoamericano representando a la MUD y desde agosto de 2012 es elegido vicepresidente de la Internacional Socialista.

En 2010 fue el portavoz de la oposición al expresar su repudio a las Milicias Campesinas y a la Ley del Consejo Federal de Gobierno, dos iniciativas que el entonces presidente Hugo Chávez presentó como parte de su «socialismo del siglo XXI».

Ramos Allup dijo en ese momento que el gobernante violaba «una vez más» las leyes de un país que se ha convertido en «una especie de pequeño circo donde el dueño, que es Chávez, hace lo que le da la gana».

En abril de 2014 fue pieza fundamental en el proceso de diálogo que se constituyó entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición venezolana para aliviar el clima de tensión que se produjo en el marco de una ola de protestas antigubernamentales que dejaron 43 muertos y cientos de heridos.

«El gobierno se ha separado del marco constitucional», dijo entonces al recordar que dentro de la Constitución no existe la palabra «revolución» o «unión cívico militar», figuras que ha propugnado el chavismo desde sus inicios.

También criticó la supuesta discriminación política desde el Gobierno, contra los que no están a favor del chavismo y el hecho de que desde la llamada «revolución bolivariana» haya llevado a que los militares estén «subordinados al poder civil».

El 6 de diciembre pasado fue elegido diputado a la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) por la circunscripción número 3 del Distrito Capital para el período 2016-2021 con 139.435 votos (69,83%).

Ahora, desde su nuevo papel como presidente del Parlamento, ha recordado que la MUD se comprometió a buscar y ofrecer «una solución democrática, constitucional, pacífica, y electoral para el cambio del presente gobierno».

Sin embargo, aclaró que como nuevo presidente de la AN no actuará como un «instituto autónomo» y que no llegará a la Cámara para hacer lo que le parezca pues, además de formar parte de una bancada de 112 legisladores, será quien presida a la minoría «muy determinada» de 55 oficialistas.