La representante para Ecuador de la Organización Panamericana y Mundial de la Salud (OPS-OMS), Gina Tambini, reconoció el accionar inmediato del gobierno de este país tras la ocurrencia del terremoto del 16 de abril que dejó 655 muertos y miles de heridos y ponderó la movilización in situ de los equipos profesionales para la evaluación de la infraestructura de salud y la atención médica a la población damnificada.

Tambini señaló a Andes que al momento de la ocurrencia del evento el presidente Rafael Correa estaba en Roma, y el vicepresidente, Jorge Glas, convocó al Comité de Operaciones Emergentes (COE) conformado por mesas técnicas, y se activaron los mecanismos de comunicación e información a la población, al tiempo que el Ministerio de Salud Pública movilizó sus sistema de respuesta rápida e identificó la necesidad de restablecer los servicios de atención.

“Se desplazó personal técnico y expertos a las áreas afectadas para establecer líneas de evaluación de los centros de salud para ver cómo estaban y qué medidas había que adoptar; igualmente también se reforzaron los equipos de la zonas afectadas, sobre todo la zona 7 en Portoviejo y en la zona de Esmeraldas, que cubre la zona de Muisne y Chamanga, que han sido afectados, y se reforzaron los equipos de salud para prestar atención y hubo desplazamientos a los centros de salud y a los hospitales”, señaló en entrevista en la capital portovejense.

En ese orden, mencionó la existencia de una dirección de gestión de riesgo dentro del Ministerio de Salud de Ecuador y a nivel del gobierno una Secretaría de Gestión de Riesgo que articula el trabajo de todos los sectores, y dependiendo del nivel de la respuesta que se requiere, el presidente toma el mando, como lo ha hecho al frente del COE.

Tambini, quien se desplazó a esta urbe azotada por el movimiento telúrico de 7.8 grados, dijo desde Portoviejo, capital de la provincia de Manabí, una de las más afectadas en la zona costera, que la OPS-OMS acompaña en estos trabajos a las autoridades del país y en particular las de salud pública, que permanecen activadas desde los primeros momentos después de la ocurrencia del fenómeno natural.

«Nuestro rol es siempre fortalecer la capacidad del país y de la autoridad sanitaria, que es el Ministerio de Salud Pública», indicó la alta funcionaria al valorar la presencia en los territorios afectados de la titular de Salud Pública ecuatoriana, Margarita Guevara, y de los equipos y brigadas para dar atención médica en las zonas damnificadas con la instalación también de centros móviles que han arribado al país.

En este proceso también participaron técnicos y expertos de la OPS-OMS que fueron enviados a Jama y Pedernales, localidades manabitas siniestradas, como parte de la asesoría técnica y cooperación que ofrecen estas organizaciones en estos casos para evaluar los daños en los hospitales y centros de salud y organizar la gestión de los equipos móviles de emergencia internacional.

En ese orden desde la OPS-OMS se participó en la conformación de los centros de acopio de medicamentos procedentes de la ayuda internacional para el registro digital de los insumos y su posterior distribución según los requerimientos de las poblaciones damnificadas.

“La primera fase, que estuvo muy bien liderada por el gobierno del país, fue la del rescate, de salvar vidas, para lo cual entraron varias brigadas de apoyo de brigadistas de unos 17 países”, reconoció la alta funcionaria.

Recordó que una semana antes de la ocurrencia del movimiento telúrico los expertos de la OMS-OPS impartieron en Ecuador un taller para caso de desastre y fortalecimiento de grupos de gestión de riesgo. “Fue una coincidencia, pero muy oportuno”, acotó.

Vigilancia epidemiológica, prioridad en la etapa post-desastre, alerta Tambini

Tambini mencionó, además del establecimiento de un puesto de mando del Ministerio de Salud Pública con la ministra Margarita Guevara al frente, la labor en el fortalecimiento de la vigilancia epidemiológica comunitaria con la presencia también en territorio de la subsecretaria al frente de esa tarea, Catalina Yépez, y de sus respectivos equipos para detectar posibles casos de enfermedades transmisibles.

La alta funcionaria llamó la atención sobre el reforzamiento de las medidas de higiene en la población, fundamentalmente la desplazada en albergues o refugios, en previsión de enfermedades gastrointestinales, y el consumo de agua segura, fundamentalmente.

“La enfermedad diarreica que puede ocasionarse sobre todo cuando uno consume alimentos que no son bien conservados, y ya pueden estar contaminados”, señaló.

Señaló que se han registrado “uno que otro caso”, en particular en el cantón Manta, pero dijo que con la vigilancia desplegada por las autoridades sanitarias y el reporte de las unidades de salud y se intervino rápidamente para investigar y contener estos brotes.

Alertó, además, de la incidencia en esta zona costera de Ecuador de enfermedades como el zika, el dengue y la chikungunya ante la proliferación del mosquito Aedes aegypti, su agente transmisor, por lo que instó a extremas medidas y a mantener el control sobre mujeres embarazadas para prevenir consecuencias de afectación del feto con hidrocefalia.

Recomendó a las poblaciones en estado de calamidad por el terremoto mantener tapados los recipientes con agua, donde el Aedes coloca sus huevos; al uso de repelente y de ropas de mangas largas y pantalones, de colores claros, así como a mantener las labores de abatización y fumigación para evitar criaderos del mosquito vector.