Unos videos en los que se ve a internos de la cárcel de Cuenca siendo golpeados por policías durante un operativo de requisa es una prueba de que la tortura en Ecuador no ha sido erradicada, denunciaron hoy grupos defensores de los derechos humanos.

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El caso se dio el 31 de mayo pasado en el centro de reclusión de Turi, sin que hasta ahora hayan sido sancionados los responsables de haber propinado golpes con toletes y patadas a los reclusos, a quienes también les arrojaron gas pimienta y les propinaron descargas eléctricas.

Los activistas rechazaron que el argumento de los abogados de los ministerios del Interior y Justicia sea que esas prácticas forman parte del procedimiento de requisas, pese a que a los afectados no se los ve resistiéndose al control.