La familia de Sierra Clayborn, una de las catorce víctimas mortales de la matanza en diciembre en la ciudad californiana de San Bernardino (EE.UU.), demandó a este condado y reclamó 204 millones de dólares de indemnización, informó hoy el diario Los Ángeles Times.

La familia de Sierra Clayborn se une así a la de Michael Wetzel, otra de las víctimas del atentado y cuyos allegados interpusieron en las pasadas semanas una demanda contra el condado de San Bernardino por valor de 58 millones de dólares.

La familia de Sierra Clayborn denunció al condado por negligencia a la hora de prevenir su muerte, ocurrida el 2 de diciembre cuando el estadounidense Syed Farook y su esposa, la paquistaní Tashfeen Malik, asaltaron un centro de ayuda para discapacitados en San Bernardino, un ataque que los investigadores del FBI vinculan con el extremismo islamista.

Los denunciantes son el padre de Sierra Clayborn, su madrastra y su hermana, que alegan que el condado falló a la hora de proporcionar un lugar seguro de trabajo, favoreció un entorno hostil y no tomó los pasos adecuados para prevenir la muerte de su familiar.

En total son tres las demandas, una por cada miembro de la familia y cada una por valor de 68 millones de dólares referidos a daños, gastos médicos, pérdidas de ingresos y otros conceptos.

Sierra Clayborn, de 27 años, trabajaba como supervisora de salud ambiental para el condado.

Hace unas semanas se conoció también que Renee Wetzel, madre de tres niños y viuda de Michael Wetzel, reclamó al condado de San Bernardino 58 millones de dólares de indemnización por daños.

Presentó cuatro demandas que pedían un total de 3 millones de dólares, por el sueldo que podría seguir cobrando su esposo de seguir con vida, y 25 millones más por daños generales por la muerte de su marido.

Además, reclamó 10 millones de dólares de indemnización por daños para cada uno de sus tres hijos menores de edad.

Esta demanda se basó en que la muerte de Michael Wetzel fue «evitable» y se debió «a la negligencia» del condado y de 25 individuos no identificados.

Michael Wetzel, de 37 años, era empleado del condado desde hacía 15 años y trabajaba allí como supervisor de salud ambiental, según la información incluida en la demanda.