El jefe de la mayoritaria fracción opositora del Parlamento venezolano, Julio Borges, indicó hoy que durante los primeros tres meses de labor han sido aprobadas cinco leyes y lamentó que el Gobierno nacional sea, aseguró, un "obstáculo" para "materializar los cambios" que estas suponen.

«Tres leyes en un año, fue el balance de la Asamblea Nacional (AN, unicameral) presidida por (el considerado número dos del chavismo) Diosdado Cabello, nosotros en apenas tres meses ya llevamos cinco leyes aprobadas, todas las que prometimos en nuestra campaña electoral», dijo Borges en una rueda de prensa.

El parlamentario destacó entre ellas la Ley de Amnistía, que iba a otorgar la libertad a opositores presos acusados por los hechos de violencia en las manifestaciones antigubernamentales de 2014 y que fue declarada institucional por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).

También la ley del Banco Central, «que lo que hicimos fue volver a una ley anterior y de manera increíble el TSJ la bloqueó también», señaló.

«Estamos dándole a la gente cosas muy concretas que desde ya pueden mejorar su calidad de vida, lamentablemente, el obstáculo a todas estas cosas que hemos hecho en la AN siempre termina en el presidente (Nicolás) Maduro y en la Sala Constitucional», subrayó.

Asimismo, aseguró que seguirán trabajando para «materializar» los cambios que, explicó, demandaron los venezolanos en las elecciones legislativas del pasado 6 de diciembre.

«Tenemos ocho leyes nuevas que ya fueron aprobadas en primera discusión y deberían comenzar a aprobarse la próxima semana en segunda discusión (…). La próxima semana tendríamos un total de 13 leyes aprobadas», subrayó.

El Parlamento, dijo, discutirá hoy la Ley del Referendo, uno de los mecanismos por los que la oposición se ha decantado para lograr la salida de Maduro antes de lo previsto en 2019.

Además, y con el mismo fin, «en las próximas horas se va a introducir a cámara el proceso de enmienda constitucional», agregó.

El parlamentario manifestó sentirse «orgulloso» del trabajo realizado y aseguró que su bancada, la Mesa de Unidad Democrática (MUD), goza de un respaldo popular.

Por su parte, el presidente del Parlamento, el también opositor Henry Ramos Allup, lamentó que la gestión «hubiese podido ser más productiva», si hubiesen contado con «la cooperación o al menos con la no interferencia (…) del Poder Ejecutivo, el TSJ, la Sala Electoral y el Consejo Nacional Electoral (CNE)».

«Los parlamentarios del gobierno (…) no contribuyen en nada ni en los debates, ni en las reuniones de la comisión», indicó.

Ramos Allup aseguró que el órgano legislativo está «permanentemente asediado» de forma institucional, económica e incluso física.

«Vamos a seguir adelante cumpliendo con nuestro deber y con la oferta electoral que le hicimos a los venezolanos de procurar la autonomía del poder legislativo nacional, cumpliendo con sus funciones de legislar, controlar y debatir», dijo.