El Gobierno de Perú envió hoy 21 toneladas de ayuda humanitaria a Ecuador y mañana saldrá un buque de desembarco con maquinaria e ingenieros que se sumarán a los trabajos de remoción de escombros del terremoto que dejó más de 400 muertos en la costa ecuatoriana, informó hoy el presidente peruano, Ollanta Humala.

El gobernante señaló que también ha puesto a disposición de Ecuador el buque multipropósito de la Armada «Tacna» y tres helicópteros del Ejército, tras el terremoto de magnitud 7,8 en la escala de Richter del sábado.

Las 21 toneladas de donaciones enviadas hoy comprenden alimentos, mantas, ropa y mosquiteros, y se suman a otras 40 toneladas que ya fueron trasladadas a Ecuador en dos envíos anteriores.

Humala supervisó junto al ministro de Defensa, Jakke Valakivi, el embarque de la ayuda humanitaria en un avión Hércules y otro Spartan de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) desde el Grupo Aéreo militar número 8, anexo al aeropuerto internacional de Lima.

En el lugar, el gobernante declaró que mañana saldrá desde la región norteña de Piura, cercana a Ecuador, un buque de desembarco de la Armada con maquinaria pesada y personal del batallón de ingeniería, que se sumará a los trabajos de remoción de escombros.

Declaró que también puso a disposición de Ecuador el buque «Tacna», una nave con capacidad de transporte de 11.000 toneladas, además de tres helicópteros, uno de ellos equipado como ambulancia.

«El buque Tacna, que cuenta con depósitos de agua, combustible, plantas desalinizadoras y generadores de electricidad está siendo equipado para que en coordinación con Ecuador zarpe con más ayuda», explicó.

Humala dijo que Perú pone «todo esto desinteresadamente al servicio del pueblo ecuatoriano».

Perú ya envió el domingo a Ecuador un contingente de cincuenta personas, entre bomberos del Grupo de Rescate Urbano (USAR Perú) y médicos, además de tres perros especializados en la búsqueda de personas desaparecidas.

El terremoto, uno de los más intensos de los últimos años en Latinoamérica, dejó hasta el momento 480 muertos, 2.560 heridos y pérdidas económicas que el Gobierno de Ecuador ha valorado en 3.000 millones de dólares.