Las dos empresas petroleras públicas: Petroecuador y Petroamazonas, que actualmente suman 10.377 empleados, así como activos que podrían llegar en conjunto a $ 23.000 millones y un patrimonio de $ 16.800 millones, están a un mes y medio de fusionarse.

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Se espera que la medida permita potenciar nuevas inversiones. Crédito: Pteroecuador

Se trata de un proceso que registra al 12 de noviembre un avance del 50 % y que, de acuerdo con el cálculo de la Unidad de Fusión Temporal (UFT), llegará al 100 % a final de año, en la fecha programada.

La UFT tiene la seguridad de cumplir al 100 % el proceso, pues dice que se ha avanzado de manera oportuna en los segmentos más complejos. Estos son en los que se presentan redundancias o duplicidad de funciones de las dos empresas y en los cuales se debe armonizar y homologar procesos.

La UFT ha calculado que el ahorro se generará de manera inmediata a la fusión en al menos cinco sectores: áreas de apoyo, de planificación y coordinación, uso de licencias tecnológicas, homologación de procesos de compra, logística y abastecimiento.

En las páginas web de las empresas se puede comprobar que Petroamazonas tiene al momento 6.650 empleados, mientras que Petroecuador llega a 3.727. En ambos casos, la nómina ha bajado si se compara con la cantidad de empleados que existían en abril del 2019, cuando empezó la fusión. En el caso de Petroamazonas, en abril del año pasado el número de empleados llegaba a 7.138. Entre tanto, Petroecuador tenía 4.023 en ese mismo mes y año. En total se han reducido 782 empleos en un año y siete meses.

La nómina actual les cuesta al año a las empresas $ 246 millones en total ($ 140 millones en Petroamazonas y $ 106 millones en Petroecuador). Esto también revela diferencias en el promedio salarial de cada empresa, pues en el caso de Petroamazonas, esa masa salarial para el número de empleados representa un promedio de $ 21.370 al año; mientras que para Petroecuador el promedio es de $ 28.441 anuales.

Entre tanto, solo Petroamazonas tiene un balance actualizado hasta septiembre, mientras que el último balance publicado por Petroecuador es de 2018.

Así, Petroamazonas tiene activos por $ 14.166 millones, mientras los pasivos ascienden a $ 3.182 millones. En cambio, la cifra de Petroecuador, cortada al 2018, indica que esta empresa tenía a esa fecha $ 9.113 millones en activos y $ 3.228 en pasivos, para un patrimonio de $ 5.885 millones. De lo que se conoce, Petroecuador ha contratado un avalúo por parte de la empresa Acurio y Asociados para establecer el valor efectivo de sus activos.

De acuerdo con la UFT, la integración de la operación en sí sería menos compleja por ser una fusión verticalmente integrada. Es que en cuanto a la operación, los procesos no se duplican sino que se interconectan.

Cada una de las empresas tiene un papel clave en la cadena de valor desde la exploración hasta la comercialización de crudo y derivados, por lo que se complementan. Petroamazonas, que lleva los primeros pasos en la cadena, ya que se encarga de la exploración y explotación de hidrocarburos. Tiene 112 pozos, de los cuales 63 se manejan en consorcio y 49 pozos con la propia empresa.

En 2019, la producción llegó a 424.006 barriles diarios cumpliendo la meta en 99,79 %. Sin embargo, dicha producción ha bajado de manera importante en el 2020, por desastres naturales y falta de inversión. Al 10 de noviembre pasado, la producción estaba en 409.961 barriles diarios.

Petroecuador, en cambio, que se encarga de la refinación, transporte y comercialización, tiene un oleoducto, diez poliductos, ocho terminales de combustibles, cinco terminales marítimos y un depósito de combustibles.

Pero además es dueña de las tres refinerías que generan combustibles para consumo nacional y para exportación: la de Esmeraldas con capacidad para refinar 110.000 barriles diarios, la de La libertad con capacidad para 45.000 barriles diarios y Shushufindi con 20.000 barriles diarios. Así también tiene 49 propias de gasolina.

Nota Original: El Universo – LINK