En Notimundo al Día, Rodrigo Rosero, subsecretario general del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias (SNGRE), recordó que el volcán Cotopaxi se encuentra activo desde 2015 y que durante estos últimos siete años ha pasado en una relativa calma.
No obstante, desde octubre pasado se registra un incremento en su actividad, con la emisión vapor de agua, de gases y ceniza que, por la velocidad y dirección de los vientos, ha caído en distintas zonas, sobre todo en las poblaciones ubicadas al noroccidente del coloso.
Rosero explicó que desde 2021 se está fortaleciendo la coordinación interinstitucional, ya que la parte operativa de los planes de contingencia siempre estarán a cargo de los Gobiernos Autónomos Descentralizados. Además, resaltó que la ciudadanía «no debe sorprenderse mucho» cuando se registran estos picos en la actividad del volcán, pues esto continuará sucediendo y por ello se mantiene activa la alerta amarilla.
Aseguró que no se reúnen las condiciones para hablar de una erupción inminente o que amerite el cambio de alerta.
Informó que se ha podido avanzar en la coordinación con los Municipios de Quito y Rumiñahui, especialmente en el plan de movilidad para que en caso de una evacuación se pueda garantizar la seguridad e integridad de la población. Asimismo, destacó que se está homologando el protocolo de alerta temprana, pues no todas las sirenas instaladas pertenecen al mismo gobierno local lo que podría representar una complicación al momento de una emergencia.
Enfatizó en que desde hace un año la prioridad del SNGRE ha sido de la articulación de acciones frente a la actividad del Cotopaxi, y que próximamente se realizarán simulacros para mejorar la capacidad de respuesta de las comunidades que se encuentran cerca al coloso y que podrían resultar afectadas en caso de una erupción.
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