La devastación que dejó el catastrófico terremoto del 16 de abril en el sector productivo y comercial de las poblaciones costeras de Ecuador es evidente, pero también es notable el afán de los pobladores por recuperar sus fuentes de subsistencia amparados en las medidas de reactivación productiva que estructura el gobierno.

El informe de la mesa técnica de Productividad del Comité de Operaciones de Emergencia, muestra las cifras de los daños en negocios e industrias y revela una mayor afectación en las poblaciones de Portoviejo, Manta, Pedernales, Chone, Sucre, Montecristi y Jama en la provincia de Manabí, y Muisne, en Esmeraldas.

Solo en el cantón Portoviejo se perdió el 57% de los 2.598 negocios y 92 empresas registradas en el Servicio de Rentas Internas. El 90% de estos son comerciales y el 5% se dedican a la industria y artesanía.

En Manta se reporta afectaciones en el 32% de los 2.690 negocios y 92 empresas; mientras que Pedernales figura como la zona más devastada con el 80% de sus 417 comercios afectados.

Los primeros negocios en instalarse son los denominados informales. Muchos ciudadanos han salido a las calles a vender jugos y alimentos, otros ofrecen sus servicios, como es el caso del zapatero Linber Veliz quien, aunque reconoce que ahora por la situación no tiene zapatos para arreglar, asegura que no se puede quedar en casa sentado porque hay que salir a buscar dinero por poco que sea.

En el sector agrícola los daños no son menores. En total se registran 361.300 toneladas de maíz, cacao, arroz, plátano y café afectados en las dos provincias ubicadas en la costa norte ecuatoriana.

En este panorama, el gobierno central lidera encuentros con el sector empresarial privado y con autoridades locales para delinear las políticas para lo que han denominado la reconstrucción y reactivación productiva, para lo cual también se ha creado un Comité liderado por el vicepresidente de la República, Jorge Glas.

La intervención contempla apertura de líneas de crédito, flexibilización de compromisos financieros, facilidades ante entidades recaudadoras, exoneraciones tributarias, contratación de mano de obra local para reconstrucción, y aplicación de bonos y tasas de crédito preferenciales para construcción de viviendas.

Estas acciones estarán articuladas en el marco del Plan de Reconstrucción que trabaja la Secretaría Nacional de Planificación (Senplades) con la asesoría de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal); y que será coordinado por el Comité de Reconstrucción.

La reactivación productiva va de la mano con la apertura de mercados más aún cuando las exportaciones también recibirán el impacto del desastre natural que vive el Ecuador. De las 14 empresas exportadoras, nueve de los sectores pesquero, de alimentos procesados y de cacao y elaborados dejaron de funcionar en Manabí y una en Esmeraldas.

Según el informe situacional, los sectores de exportación con potencial afectación en Manabí son las conservas de atún (40%), camarón (20%), pescado y atún (13%), café (11%) y palma (10%) con un costo aproximado de 4 millones de dólares diarios.

En Esmeraldas, la afectación podría impactar con unos 100 mil dólares diarios sobre las exportaciones de Conservas (34%), Camarón (30%), palma (15%) y cacao (5%).

De ahí que el gobierno aseguró que dará preferencia a las empresas manabitas que estén inscritas en el programa Exporta País para que puedan vender sus productos en el mercado internacional.

El ministro coordinador de la Producción, Vinicio Alvarado, ha señalado que una de las prioridades del plan es promover el empleo en las zonas afectadas y para ello se recluta profesionales de la construcción y mano de obra para que se inscriban a la Red Socio Empleo donde se creará una base para priorizar la contratación local.