Cuatro policía heridos, durante los hechos violentos que ocurrieron ayer en Morona Santiago, llegaron la madrugada de hoy al Hospital Universitario del Río, en Cuenca.

El Ciudadano

Juan Carlos Jiménez, director médico, informó que el policía Fernando Villarreal, de 24 años,  ingresó con la herida más grave y se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos, con  pronóstico reservado.

“Él tiene una herida por proyectil de arma de fuego de alta velocidad que ingresa en el parietal izquierdo, que es una región en el cráneo y tienen un orificio de salida por el frontal derecho. Lo que quiere decir que el proyectil atraviesa la masa encefálica produciendo una herida bastante grave”, explicó Jiménez.

El médico informó que este tipo de heridas son “supremamente  graves y de pronóstico muy reservado” y acotó que por estadísticas en este tipo de lesiones, de 100 personas alrededor de 95 no lo logran salvarse.

En el caso de los otros pacientes, el galeno indicó que tienen perdigones en su cuerpo, pero no comprometen ningún órgano vital. “Ellos muy probablemente entre hoy y mañana se les de alta”.
Entre los policías heridos, se encuentra el cabo Luis Alberto González, de 34 años, quien recibió 12 perdigones en su cuerpo.

El uniformado contó lo ocurrido la tarde de ayer en el campamento minero San Carlos Panantza, en donde grupos shuar intentaron tomarse las instalaciones.

“Nosotros recibimos una  llamada aproximadamente a las 16:00 informando de que estaba siendo emboscado compañeros en Panantza. Nosotros avanzamos al punto y efectivamente los nativos estaban cerca de la minera ya por tomarse y estaban atrincherados los policías y militares”, relató González sobre el ataque.

A su llegada, González, señaló que evidencian que hubo policías y militares heridos. “Estaban heridos, aparentemente por municiones de cartucheras, aparte fusiles y también se veía que las tanquetas de la policía tenían impactos de bala de fusil, presumiblemente de calibre 2.23 o 7.62 que son fusile de alta potencia o de larga distancia”.

El policía señaló que notó que eran aproximadamente 80 los nativos que se  encontraban escondidos en las montañas. “Camuflados de acuerdo al medio, y  se les ve que tienen estrategia para avanzar y atacar, entonces no  estamos hablando de un simple reclamo, sino es algo más”, dijo González.