El alcalde de Quito, Santiago Guarderas, anunció que la operación del Metro iniciará el próximo 21 de diciembre, pero aclaró que se lo hará de forma progresiva, donde el primer mes será para que la ciudadanía se familiarice con las estaciones y próximamente con los trenes. En Notimundo al Día, Fernando Sancho, veedor del Metro de Quito, señaló que esta es “otra tomadura de pelo” para la población y alertó que existen deficiencias que podrían poner en riesgo a la obra y a sus usuarios.

Créditos: Interempresas.

En Notimundo al Día, Fernando Sancho, veedor del Metro de Quito, consideró que la actual administración municipal debe replantear la apertura de ese sistema de transporte, pues considera que existen deficiencias que podrían poner en riesgo a sus usuarios. Recordó que la propia Secretaría de Seguridad del Municipio alertó al alcalde Santiago Guarderas que no existen protocolos definidos ni se consideran problemas relacionados a la seguridad ciudadana.

Sancho aclaró que la Veeduría no pretende oponerse al Metro, que es una de las obras más importantes para la ciudad y el país, pero enfatizó en que se deben cumplir con criterios técnicos para garantizar su buen funcionamiento. Manifestó que se ha trabajado en base a cálculos políticos, previo a las elecciones seccionales que se realizarán en febrero de 2023. Asimismo, criticó que el gerente del Metro, Efraín Bastidas, no ha acogido recomendaciones técnicas importantes para su puesta en funcionamiento.

Por si fuera poco, dijo Sancho, el servicio integrado de seguridad ECU 911 también señaló al alcalde Guarderas que no se hará responsable de las emergencias que se puedan producir en las instalaciones.

Frente al anuncio del presidente de la República, Guillermo Lasso, sobre que el Gobierno asumirá el 50% de la deuda del Municipio para la construcción del Metro, Sancho aclaró que no son USD 150 millones como se indicó, pues toda la obra tuvo un costo de USD 2.000 millones. Asimismo, rechazó que se haya dicho que la operación del Metro será progresiva, pues se constituye «una nueva tomadura de pelo», ya que durante este mes no estarán operativos los trenes.

En este sentido, precisó que para que el Metro tenga un funcionamiento adecuado deberán transcurrir de 5 a 6 meses más, pues aún existen deficiencias en el sistema de recaudo, señalización, protocolos de seguridad y otras áreas. «La ciudad no se merece esto; hay que hacer un replanteamiento», apuntó. Finalmente, denunció que en esta obra existen diversas irregularidades, como la violación de algunas normas y el presunto direccionamiento de contratos.

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