Ecuador busca mejorar sus relaciones comerciales con China, luego de 15 años donde el país vio estancadas sus negociaciones, por cuestiones ideológicas. Un Tratado de Libre Comercio (TLC), la renegociación de la deuda y la desvinculación petrolera de la misma, fueron temas que el presidente Guillermo Lasso trató durante su viaje a ese país. ¿Cuáles son los beneficios y perjuicios de los acuerdos propuestos?

En Decisiones con Jorge Ortiz, el Canciller de la República, Juan Carlos Holguín, señaló que las negociaciones del Presidente Guillermo Lasso y la comitiva que lo acompañó a China, tuvieron resultados positivos y alentadores para Ecuador, debido a la apertura de las autoridades asiáticas para tratar los temas propuestos. Resaltó que no existen acuerdos ocultos en las relaciones, sino por el contrario, se ha transparentado todo lo tratado, en busca del beneficio del país.

Holguín recordó que la firma de un TLC traería múltiples ventajas para Ecuador, y que por ello se busca firmarlo hasta octubre del presente año. «Estamos en un momento de la relación bilateral que no tiene por qué llegar sin libertad a la mesa de negociación», señaló Holguín.

Asimismo, apuntó que la deuda con China supera los USD 5 mil millones, y que gracias al cumplimiento de los compromisos financieros existe una apertura para los objetivos tratados durante el viaje al Asia. La negociación fue «sin nada a cambio, sino entendiendo que esos contratos (petroleros) tienen intermediarios que son lesivos para el Ecuador y las relaciones bilaterales, tienen que ser cambiados«, dijo el Ministro de Relaciones Exteriores.

Holguín indicó que los temas geopolíticos que se trataron entre los Presidentes y Ministros de los dos países, constan en la declaración conjunta que fue firmada por ambas partes. «Puede sorprender que el viaje a China haya sido tan positivo para Ecuador, pero es parte de la visión del Presidente Lasso de tener una diplomacia pragmática, pero también abierta y transparente«, sentenció.

Por su parte, Hernán Pérez Loose, analista político, compartió la visión de Holguín, y manifestó que mira con gran optimismo las relaciones que se están gestando. “China es una potencia mundial que no puede ser ignorada, pero tampoco se puede tener una política de sumisión a las condiciones económicas que se impongan, aclaró. Pérez considera que la posición del Primer Mandatario es pragmática, en el sentido que busca renegociar la deuda de Ecuador “con un mínimo de dignidad, que es lo que nos ha faltado”.

Uno de los beneficios del viaje de Lasso y el reinicio de las negociaciones, es que se abre un giro a la política internacional, que durante los periodos pasados estuvo dominada por cuestiones ideológicas y «nada realistas». Por ello, Pérez resaltó que en la postura ecuatoriana deben primar los intereses nacionales, y, en ese contexto, resulta positivo el restablecimiento de las relaciones, pero “habrá que ver los próximos pasos” que se toman en este aspecto.

Pérez insistió en que no va a ser fácil enderezar la política exterior, pues se debe reconocer que nuestro país no representa una potencia continental y mucho menos mundial. “No se puede pensar que Ecuador va a cambiar el mundo, como lo pensó (el expresidente Rafael) Correa, a quien responsabilizó haber dejado ‘empantanado’ al país «en una serie de callejones que ahora debemos dar retro».  De ahí la importancia de mantener la continuidad de las políticas internacionales, “con dignidad y pragmatismo”.

De su lado, Mauricio Pozo, exministro de Economía, resaltó que las relaciones con China comprenden varios ámbitos, por lo que se deben manejar con «con pinzas«. En cuanto al comercio exterior, Pozo aseguró que mantenemos una relación deficitaria, pues se importa mucho más de lo que se exporta. «De entrada, tenemos una situación desfavorable«, acotó. Asimismo, recordó que ese país se ha convertido en una fuente fundamental de financiamiento, así como su participación activa de los proyectos públicos, como en la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair.

«Contamos con varios temas que no pueden ser mezclados«, expresó, por lo que, a su criterio, se deben tratar cada uno de forma exclusiva. Al tratar estas aristas de forma conjunta, Pozo explicó que “podemos salir perdiendo”. También recordó que Ecuador tiene varios compromisos con China en varios ámbitos, que no serán fáciles romper, sino que se deberá buscar las mejores condiciones posibles.

El exministro de Economía se declaró partidario de los acuerdos comerciales, pero en el caso puntual de China aparecen particularidades que deben ser tomadas en cuenta. Esto respecto de la competencia desigual que existe en sectores como el textil, donde una entrada masiva de productos chinos a Ecuador significaría que la producción nacional quede totalmente relegada. Añadió que se deben buscar condiciones que protejan estos detalles.

Finalmente, insistió en la necesidad de no descuidar las relaciones con otros aliados, como Estados Unidos. «La búsqueda de un acuerdo con China no debe perjudicar la negociación con otros países», puntualizó.

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