El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, quiso justificar este viernes la ofensiva declarada por las autoridades contra las ONG que ha llevado al desmantelamiento de más de medio centenar de organizaciones, porque estas, dijo, “cumplen encargos políticos”.

Lukashenko
Lukashenko - BBC MUNDO

Según Lukashenko, el aumento de las ONG en el país es un marcador que avisa de la preparación de una «revolución de color».

El régimen bielorruso acaba de desmantelar 56 ONG en el marco de su política de persecución contra organizaciones de la sociedad civil y declaró «extremistas» la web y las redes sociales del canal Belsat, una de las principales tribunas de la oposición.

Entre las ONG ilegalizadas figuran el Centro de Transformación Legal, el Centro de Soluciones Ambientales, el Centro de Diálogo Europeo, el Club de Prensa de Bielorrusia, la Oficina de los Derechos de las Personas con Discapacidad, el Centro de información legal «Lawtrend», el Taller de cine social o el Centro de Proyectos Urbanos e Iniciativas Espaciales.

El Comité de Investigaciones de Bielorrusia aseguró el pasado 16 de julio tener información de que varias ONG y medios de comunicación habían estado «involucrados en la financiación de protestas» contra el Gobierno de Lukashenko.

El mandatario negó este viernes que Minsk esté luchando contra la disidencia, y aseguró que la libertad de prensa se ha convertido en «actividad extremista» en Bielorrusia.

Bielorrusia vive una profunda crisis política desde las elecciones presidenciales de agosto pasado, en las que fue declarado ganador por amplio margen Lukashenko, resultado calificado de fraudulento por la oposición y Occidente.

Durante varios meses, miles de manifestantes salieron a las calles de diversas ciudades del país para participar en manifestaciones pacíficas, que fueron reprimidas violentamente por la policía.

Fuente: EFE