Tenían la fama de tener “los dedos más rápidos de la capital”. En menos de 10 segundos, sus víctimas se quedaban sin sus carteras, billeteras, celulares y joyas, sin ni siquiera percatarse. Se trataba de una presunta banda ‘familiar’, dedicada al robo de personas en la capital.

Ministerio del Interior

Sus blancos principales eran los usuarios de transporte público en diferentes rutas. Sin embargo, no contaban con que eran vigilados y grabados de cerca por los agentes de la Policía Judicial de Quito (PJ). Este miércoles 7 de septiembre, esta presunta organización criminal fue desmantelada en el operativo denominado Ardaz.

En buses

Después de seis meses de intensos seguimientos y vigilancias se ubicó los domicilios de los presuntos integrantes de esta banda. En esta acción policial se allanaron seis casas ubicadas en los distritos Quitumbe (sur), Calderón (norte) y Manuelita Sáenz (centro). Allí se detuvo a siete personas, sospechosos de integrar esta presunta red criminal.

En los inmuebles, los uniformados hallaron una considerable cantidad de indicios relacionados con el presente caso, tales como billeteras, carteras, celulares, tabletas, dinero en efectivo y joyas, los mismos que servirán para sustentar el proceso investigativo.

La forma en que realizaban los robos era a través de las modalidades de descuido de sus objetivos, en especial de mujeres, estudiantes y adultos mayores. Ellos operaban en diferentes rutas como la Carcelén-Calderón.

Dentro de los buses utilizaban sus chompas y sacos para esconder lo hurtado y utilizaban gafas y gorras para que no fueran identificados cuando se bajaban de los transportes. Luego de cometer el ilícito se reunían en diferentes sectores de la ciudad, donde se repartían y comercializaban lo hurtado.

37 detenciones

El supuesto líder de la organización es Mario Fernando C.L. de 32 años. En los videos y fotografías de los seguimientos se observa que era uno de los encargados de vender los objetos en diferentes centros comerciales de Quito y a personas que solicitaban celulares o distintas joyas.

A él se le unían María Carmen V. V., de 20 años de edad, conocida como ‘Flaca’; y Paola Alexandra C. M., de 26 años de edad, ‘Paola’, quien también era la encargada de receptar y comercializar todos los objetos y bienes adquiridos de forma ilícita.

Una de las informaciones que sorprendió a los agentes investigadores es que dentro del grupo de los detenidos está José Luis P. T., de 47 años, quien registra 37 detenciones anteriores por diversos delitos, según el Sistema Informático Integrado de la Policía Nacional (Siipne) y Cristina Pamela P. O., de 29 años de edad, quien tiene una boleta de detención por el presunto delito de asesinato.

La presunta organización criminal estaba compuesta por hermanos, primos y algunos de ellos también mantenían una relación sentimental. Uno de los agentes encargados del caso señaló que la banda ‘laboraba’ en toda la capital. “Un día robaban en el norte y se repartían lo hurtado en el sur y viceversa para no levantar sospechas, pero de igual manera fueron grabados”, dijo el uniformado.

Estadísticas

La productividad general de la PJ Quito en lo que va del año, hasta el 28 de agosto es la desarticulación de 34 bandas, 783 detenidos, 185 vehículos y 56 motos recuperadas, 15 armas de fuego incautadas.

Los detenidos fueron trasladados a la Unidad de Flagrancia, a fin de continuar con el respectivo trámite legal. Con esta operación se ha contribuido a disminuir el índice delictivo reflejado en el Control de Mando Integral de la Policía Nacional por la seguridad de los quiteños.