Adeptos y detractores de un proyecto económico enviado a estudio del Parlamento ecuatoriano se manifestarán mañana en Quito y otras ciudades, ante la posibilidad de elevar ciertos impuestos, que unos consideran que afectarán al pueblo, en tanto otros aseguran que buscan la equidad.

A principios de mes el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, formuló un llamamiento a sus simpatizantes a reunirse mañana jueves en la Plaza de la Independencia, frente al Palacio de Gobierno en Quito, para «defender a la patria» de una protesta opositora convocada para ese mismo día.

Opositores y críticos al Gobierno convocaron a la protesta una vez que el Ejecutivo envió a la Asamblea un proyecto de ley que, entre otras cosas, propone fijar nuevos impuestos a los cigarrillos, a los licores y a las bebidas azucaradas.

El gobernante defiende la «Ley Orgánica para el Equilibrio de las Finanzas Públicas» que presentó a la Asamblea para un trámite urgente, pues dice que esta no solo busca ingresos, sino mejorar los hábitos de consumo en la población.

Según Correa, la reforma beneficiará a los sectores populares y permitirá redistribuir los ingresos, en un momento en que el país afronta una difícil situación económica por la caída drástica del precio del petróleo, su principal producto de exportación.

El excandidato presidencial Guillermo Lasso, líder del movimiento CREO, la mayor fuerza de oposición del Parlamento ecuatoriano, ha pedido retirar el proyecto de ley de la Asamblea.

«Quiero decirle al Presidente: no provoque más a los ecuatorianos. Gobernar correctamente es aceptar errores. ¡Retire su Ley del Ahorcado!», escribió Lasso en su cuenta de twitter.

En esa red social añadió que «la solución de los problemas económicos del Ecuador es un cambio político» y apuntó que en caso de ganar las elecciones presidenciales del próximo año, en las que quiere participar, derogará el «paquete tributario».

También, algunos sectores empresariales han criticado el proyecto impositivo y han asegurado que este perjudicará al pueblo y encarecerá la producción, extremos que ha negado el Ejecutivo.

Como en las protestas del año pasado, las redes sociales han sido el mecanismo de críticos y opositores para convocar a una concentración en la avenida de Los Shyris, en el centro norte de la capital, donde está la sede de Alianza País, para rechazar ahora el proyecto tributario del Ejecutivo.

En la red social twitter, el asambleísta opositor Andrés Páez, ha sugerido que en lugar del cambio en los impuestos, se cierren algunas instituciones públicas, con lo que considera que «tendrán más dinero del recaudado con impuestos».

«#nomasimpuestos mejor cierren el ministerio de felicidad (en referencia a la Secretaria del Buen Vivir), consejo de igualdad intergeneracional, Agencia Espacial y tienen suficiente dinero», escribió.

También el oficialismo y sus seguidores han usado las plataformas virtuales para defender el proyecto de ley y secundar el llamado de Correa a la concentración en la Plaza de la Independencia.

El ministro de Defensa, Ricardo Patiño, recordó en su cuenta de twitter la cita para juntarse «en la Plaza Grande y defender las reformas tributarias, que buscan equidad para todos».