La presidenta de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira, envió al Ejecutivo el proyecto de Código Orgánico del Ambiente, para la sanción u objeción respectiva, de coformidad con lo que establece la Constitución y la Ley Orgánica de la Función Legislativa.

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El envío se lo realizó en cumplimiento de los artículos 137 de la Constitución y 63 de la Ley de la Función Legislativa, según las cuales en el tiempo máximo de dos días hábiles luego de la aprobación del proyecto, la Presidenta de la Asamblea Nacional lo enviará al Presidente de la República para que lo sancione u objete de forma fundamentada en el plazo de 30 días.

A criterio del asambleísta Carlos Viteri, presidente de la Comisión de Biodiversidad, que sustanció el proyecto, la norma permitirá el cambio cultural para tener una relación más armónica, responsable y respetuosa con la naturaleza y el medio ambiente.

Se marca un hito importante porque se concluye un proceso de aproximadamente dos años donde los diversos sectores del país dieron sus aportes para la protección de nuestro ambiente, dijo.

Es un código integral que recoge temas de debate actual como el cambio climático; recursos marino costeros que es parte de la nueva agenda urbana; así como la participación ciudadana y de los gobiernos autónomos descentralizados para el cuidado de la naturaleza, más aún cuando Ecuador tiene una Constitución que es un referente internacional de legislación en materia ambiental, por el reconocimiento de la naturaleza como sujeto de derechos, enfatizó.

Indicó que en la propuesta también se incorporan aspectos sobre el bienestar animal, a fin de erradicar toda forma de violencia; además se actualiza la Ley Forestal y que para el cuidado del ambiente se establecen competencias claras para cada sector.

Así mismo, se determinan sanciones administrativas leves, graves y muy graves que junto a las penales que constan en el Código Integral Penal permitirán el cuidado de la naturaleza, más allá de los criterios técnicos la responsabilidad de la reparación integral tiene que cumplirse, dijo.

Cuando una norma instrumenta por primera vez la efectiva aplicación de los derechos de la naturaleza ganamos como sociedad, como país, porque significa cuidar y aprovechar, de la manera más responsable, toda esa maravillosa megadiversidad que tenemos, enfatizó, al señalar que se ha legislado para precautelar los beneficios ambientales para el planeta y los derechos ambientales de las futuras generaciones en todas las actividades que realicemos

En el tema de reparación ambiental, hemos dado saltos cualitativos, tenemos todo un libro de reparación integral de los daños ambientales, para lo que se ratificó el principio de subsidiaridad, en base al cual, si la persona que provocó el daño, por alguna razón no aparece, el Estado acude inmediato en forma subsidiaria para la reparación integral, pero “eso no quita la aplicación de las leyes que significa sancionar al infractor”.