Francisco Swett, exministro de Finanzas y consultor económico en materia petrolera y financiera, en entrevista para Notimundo a la Carta con Hernán Higuera y Verónica Jarrín, realizó un análisis sobre las propuestas referentes a economía de los candidatos a la Presidencia de la República en el debate llevado a cabo por la Cámara de Comercio de Guayaquil.

Notimundo

Francisco Swett, exministro de Finanzas y consultor económico en materia petrolera y financiera, en entrevista para Notimundo a la Carta con Hernán Higuera y Verónica Jarrín, realizó un análisis sobre las propuestas referentes a economía de los candidatos a la Presidencia de la República en el debate llevado a cabo por la Cámara de Comercio de Guayaquil.

“Quien más articulado estuvo en propuestas fue Guillermo Lasso”, sostuvo Swett, aclarando que esto no lo dice apegado a ninguna preferencia ideológica.

El exministro asevera que el problema de la economía ecuatoriana se debe a desequilibrios macroeconómicos originados en el manejo del gasto público. “Se ha llevado el régimen  tributario al límite, la última instancia que quedó fue el endeudamiento público y externo”, puntualiza y agrega que «se han necesitado aproximadamente 13 000 millones de dólares para sustentar el gasto público».

En cuanto a la derogación de impuestos que la mayoría de presidenciables plantea, Sweet considera esta medida como “necesaria”, ya que, según el experto, cuando los impuestos subieron la inversión bajó.

Además, en calidad de exministro de Finanzas, aseguró que es posible limitar el gasto público. «Cuando yo era Ministro teníamos 13 ministerios, ahora tenemos 54 entre Ministerios Coordinadores, Secretarías, etcétera”.

«El problema no es sólo el desempleo, el problema es que no se crea empleo», refuta Swett. “Me hubiera gustado que un discurso muestre la relación entre impuestos y creación de empleo; entre los estímulos económicos que no se deben de dar a través del Fisco sino que, se deben de dar a través del desamarre de la capacidad de producción de la economía son los que cuentan”. El economista manifestó que en su lugar, evidenció propuestas que “parecían proclamas y buenas intenciones”.