La provincia de Esmeraldas entró en emergencia debido al desbordamientos de varios ríos, producto de las intensas lluvias del fin de semana. En el cantón Quinindé, se reportaron distintas afectaciones, entre ellas, decenas de viviendas inundadas. Ronal Moreno, alcalde de ese cantón, denunció la falta de recursos para atender la crisis y aseguró que existe un abandono estatal con esa zona de la provincia.

Foto: Archivo / Extra

En Notimundo al Día, Ronal Moreno, alcalde de Quinindé, explicó que las parroquias Cube y Viche fueron las más afectadas, tras las intensas lluvias que soportó la provincia de Esmeraldas durante el fin de semana y que provocaron el desbordamiento de seis ríos. Al momento, dijo, se continúa levantando información sobre las afectaciones y damnificados, pues las condiciones climáticas del domingo 4 de junio lo impidieron.

En Cube, por ejemplo, las autoridades no pudieron ingresar debido a un bloqueo ocasionado por el desbordamiento de los ríos, que inundaron también los puentes de acceso a la parroquia. «Preliminarmente, tenemos de 45 a 50 casas que no podrían ser habitadas», apuntó el alcalde. En Viche, en cambio, existen afectaciones en las comunidades de Palma Real y El Salvador, pues el agua de lluvia provocó deslizamientos de tierra. También son de 40 a 45 casas que actualmente no podrían habitarse por los riesgos que representa.

Asimismo, explicó que se han perdido cientos de hectáreas de maíz, maracuyá y cacao por la fuerza del invierno, lo que denota que los agricultores quedarán paralizados ante la imposibilidad de seguir trabajando la tierra para obtener ingresos económicos.

Lamentó que la administración pasada no haya contado con un plan de prevención ante la llegada del fenómeno de El Niño, ni tampoco se haya socializado con la población los riesgos que podrían afectar como ocurre actualmente. «Con toda honestidad, estamos arrastrando una situación no de un año, sino de décadas», reconoció Moreno. «Como es de esperar, los ciudadanos no están preparados para esto», agregó.

Por otra parte, denunció que, además de la emergencia provocada por las inundaciones, existe otra al interior del Municipio, en el área administrativa financiera, debido a que no cuenta con recursos económicos para afrontar los embates del clima. «Estamos totalmente abandonados en la parte exterior como en la parte interior», añadió. Por si fuera poco, la situación de conectividad vial también es crítica, debido a que el colapso del puente sobre el río Blanco, meses atrás, no permite la conexión entre Pichincha, Esmeraldas, Manabí y Santo Domingo de los Tsáchilas.

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