Durante la reunión entre los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y de Venezuela, Nicolás Maduro, se decidió que la apertura de frontera, cerrada desde hace un año, se realizará de manera gradual, como se conoció con anticipación.

CNN

El presidente Santos señaló que se establecieron unas horas, de 05:00 a 20:00 en Colombia, y de 06:00 a 21:00 en Venezuela, para el paso fronterizo por cinco puntos habilitados para el tránsito de personas.

“Se decidió que también en forma gradual se va a iniciar con la apertura para las personas, por eso va a ver un control migratorio y unas facilidades, se va a expedir un documento fronterizo, para que se pueda controlar quién entra y quién sale”, dijo Santos.

Por decisión del mandatario venezolano, la frontera entre los dos países fue cerrada el 19 de agosto del año pasado, luego de un episodio en el que tres militares de ese país murieron y por lo que se responsabilizó a paramilitares colombianos.

El presidente colombiano llegó este jueves a la ciudad de Puerto Ordaz, en el oeste de Venezuela, donde fue recibido en la Base Aérea Teniente Coronel Teófilo Luis Méndez de esa ciudad del estado Bolívar, por la ministra de Relaciones Exteriores de Venezuela, Delcy Rodríguez, y por el embajador de Colombia en Caracas, Ricardo Lozano. De inmediato, Santos se trasladó al Club Macagua para la reunión de trabajo con el presidente Maduro.

Entre tanto, los ministros de Defensa, Salud, Comercio, Minas y Transporte de Colombia participaron en una reunión con sus similares venezolanos.

Asistieron además los gobernadores de Norte de Santander y Arauca, y funcionarios de entidades como la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN). En la misma reunión, los Jefes de Estado tuvieron un encuentro ampliado con sus equipos de gobierno.

El cierre Venezuela cerró la frontera hace casi un año, luego de que el gobierno de Maduro arguyera que la situación de seguridad y narcotráfico -que había anidado a lo largo de los 2.200 kilómetros de frontera- se volvió incontrolable.

Al menos hasta octubre del año pasado, el mandatario venezolano afirmaba que la frontera debía “permanecer como está”, clausurada y sellada, carente del acostumbrado tránsito de venezolanos y colombianos.

Su actitud, sin embargo, ha sido decididamente más abierta en los últimos meses: en junio, los ministros de Defensa de ambos países, Vladimir Padrino y Luis Carlos Villegas se reunieron para intentar revivir la cooperación en seguridad en la frontera. En dos ocasiones, en julio, permitió la reapertura de la frontera de manera temporal para que los venezolanos compraran comida en Cúcuta, una salvación de último minuto ante la escasez del 82% -según estudios privados- que invade a Venezuela.

Luego, en la primera semana de agosto, se reunieron las cancilleres María Ángela Holguín y Delcy Rodríguez para determinar las condiciones de una posible reapertura paulatina y definitiva. La falta de alimentos en Venezuela ha disparado la inflación.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) informó que la inflación de 2015 había llegado al 180,9% y que en 2016 se preveía que aumentara a 720%. Sin duda una reapertura paulatina de la frontera aligeraría, por lo menos en la región fronteriza, la escasez de alimentos. Además, fomentaría el comercio y la adquisición de nuevas materias primas que, a su vez, reactiven la industria fronteriza.

También disminuiría el contrabando al crear una canasta básica de alimentos y materias primas. La reapertura, además, podría tener un efecto positivo en la popularidad de Maduro, dado que decenas de venezolanos se están desplazando a San Antonio de Táchira para hacer compras en Colombia y la reapertura favorecería la consecución de alimentos en regiones adicionales a las fronterizas.