Las instituciones que administran el tránsito, en varios cantones del país, priorizan el control del exceso de la velocidad, mediante sanciones económicas fijadas por la información de fotorradares, antes que la educación vial. Uno de los casos más polémicos se registra en Ambato, en Tungurahua, en donde la recaudación por multas fue de USD 25,9 millones, entre febrero del 2015 y agosto último, según el Departamento Financiero del municipio local.

El Telégrafo

El conducir superando los límites máximos de velocidad es la segunda causa de los accidentes de tránsito en el Ecuador. La primera, según la Agencia Nacional de Tránsito, es manejar desatento o distraído, con el teléfono celular, pantalla de video, comida, maquillaje o cualquier otro distractor.

Sin embargo, las instituciones que administran el tránsito, en varios cantones del país, priorizan el control del exceso de la velocidad, mediante sanciones económicas fijadas por la información de fotorradares, antes que la educación vial Uno de los casos más polémicos se registra en Ambato, en Tungurahua, en donde la recaudación por multas fue de USD 25,9 millones, entre febrero del 2015 y agosto último, según el Departamento Financiero del municipio local.

El malestar ciudadano fue recogido por el asambleísta de Tungurahua y exalcalde de Ambato, Luis Fernando Torres, quién cuestionó el porcentaje que recibe la concensionaria. Del total, el Cabildo recibió USD 10,8 millones (41,7%), mientras la empresa Safety, propietaria de los ocho radares fijos instalados en la zona urbana, obtuvo USD 15,2 millones (68,80%).

Fuente: El Comercio